Entre los actos que Garzón les atribuye están la quema de contenedores en el Puerto Viejo de Algorta (en 2004) y en otro punto de Getxo (en 2005), así como ataques con cócteles molotov a la sucursal de Mapfre en esta localidad y la quema de dos cajeros automáticos de dos entidades bancarias también en ese pueblo.
Además, les acusa de haber intentado atacar, el 3 de octubre de 2007, la casa del concejal del PSOE Joseba Marcaida en la localidad de Berango en un momento en el que éste y su familia no estaban en el interior, aunque finalmente no se perpetró ya que se percataron de la presencia de una patrulla de la Ertzaintza que estaba allí porque el domicilio ya había sido objeto de otros ataques.
El juez les imputa también el lanzamiento de cócteles molotov contra el batzoki (casa del pueblo) del PNV del barrio de Santa María de Getxo en febrero de 2007, así como la colocación de una pancarta con el emblema de la Ertzaintza en la que se leía “ETA mátalos” en julio de ese mismo año. Garzón les sitúa también en el apedreamiento de un autobús en Getxo el 25 de enero de 2007.
El 11 de octubre de ese año, tras la detención de los miembros de la Mesa Nacional de Batasuna en Segura (Guipúzcoa) y siguiendo la estrategia marcada por ETA, los procesados realizaron sabotajes contra el metro de Bilbao.
Algunos de los nombres de los detenidos figuraban en los papeles incautados en 2002 al dirigente de la banda terrorista Ibon Fernández Iradi, Susper.