Los idus de marzo pasaron a la historia por el asesinato de Julio César, pero no eran los únicos. Según el calendario romano, se correspondían con un día de cada mes y tenían un significado especial para el pueblo, ya que se asociaban a buenos augurios. En el mes de noviembre se celebraban el día 13. El PSOE provincial, precisamente, ha elegido este 13 de noviembre para establecer el marco de fechas entre las que pueden celebrarse sus esperadas asambleas locales. No sé si confían en los buenos augurios, pero no cabe duda que en muchas ciudades las intrigas estarán tan al día como si se celebrasen en marzo.
A lo largo de los últimos días se han producido movimientos relevantes en diferentes poblaciones. En Arcos, por ejemplo, el actual alcalde y secretario general del partido, Isidoro Gambín, ha anunciado que no optará a la reelección como líder del partido -y quién sabe si a la candidatura a las municipales, pese a que haya dicho públicamente lo contrario, que no coincide con lo también dicho en la intimidad-. De momento se habla de dos posibles candidaturas para tomar el relevo, una afín a los susanistas y otra a los sanchistas, que es un detalle que conviene no pasar por alto en estos momentos después del creciente papel jugado en el proceso de primarias a la dirección provincial del partido.
Por ejemplo, en Cádiz, Fran González, de reconocido pasado sanchista, ha anunciado que presenta su candidatura a la reelección como secretario general, aunque ya sabe que no cuenta con el respaldo de la Plataforma provincial de Apoyo a Pedro Sánchez, quien se ha desmarcado “totalmente de la decisión personal que ha tomado el compañero Fran González” tras “desvincularse absolutamente de la Plataforma en el pasado proceso de recogida de avales para las primarias”.
En San Fernando, Patricia Cavada, que me cuentan también ha titubeado en la intimidad acerca de su futuro político en La Isla, ha anunciado esta semana la presentación de su candidatura a secretaria general, para la que cuenta incluso con el apoyo del actual secretario general local, Fernando López Gil, que considera oportuno que quien ostenta la Alcaldía y debe repetir como candidata en 2019 sea quien lleve a partir de ahora las riendas del partido.
Y es importante retener algunas de las claves que van a marcar el destino de las agrupaciones locales citadas -Arcos, Cádiz y San Fernando-, porque todas ellas entran en colisión en Jerez, que es donde se va a producir el pulso político más interesante, acorde con la que es la principal agrupación socialista de la provincia y, más aún, con todo lo que ello ha significado en la última década. En la asamblea en la que los militantes tendrán que elegir entre el proyecto de Isabel Armario y el de Mamen Sánchez, puede estar en juego la candidatura del PSOE a las municipales de 2019, va a estar en juego el peso del sanchismo y, sobre todo, se debe dilucidar si es o no una contradicción -incluso si es o no una necesidad- lo que López Gil ha hecho en San Fernando: apartarse para que quien lidere el partido sea la actual alcaldesa de la ciudad y aspirante a la reelección.
Lo que parece claro es que quien gane de las dos lo hará por afinidad y, muy especialmente, por las sensaciones que transmita. En este sentido, si han tenido la oportunidad de leer los discursos que pronunciaron cada una de ellas en sus respectivas presentaciones, pueden haber llegado a la conclusión de que se los ha escrito la misma persona, con leves variaciones, pero coincidente en los pilares fundamentales, salvo por el hecho de que lo que en uno -Armario- puede entenderse como autocrítica, en el otro -Sánchez- es una crítica directa hacia la actual dirección del partido. Por eso mismo, las sensaciones van a ser tan importantes, y por eso mismo quien parte con ventaja es la alcaldesa, consciente de la importancia de la puesta en escena frente a la precipitada comparecencia de Isabel Armario recién elegida la ejecutiva provincial. Además, ya dijo Sánchez que si se presentaba era porque estaba segura de que iba a ganar, y eso pasa por aglutinar los respaldos necesarios para hacerlo, por mucho que un destacado compañero de partido, al ver la foto de la presentación, zanjara la cuestión con un “mira a todos los sanchistas”. A Armario le toca ahora mover ficha.