Fueron un centenar de coches y media docena de motocicletas, con más de 200 personas, entre propietarios, conductores y acompañantes, las que atrajeron a numerosos curiosos del propio Torremolinos y turistas, encantados con la ocasión de contemplar vehículos de otro tiempo tan singulares como el que fue el más antiguo de la reunión, un bello coche de 1928.
El buen tiempo y la animación marcaron un año más este singular encuentro, que atrajo incluso a conductores (con sus vehículos) procedentes de otros puntos de Andalucía y que discurrió por diversos puntos del municipio, concluyendo en la Ermita de San Miguel, donde tuvo lugar una Ofrenda Floral al Patrón, a la que siguió el tradicional almuerzo de confraternización de todos los participantes en "Los Brocales".