En este contexto, mañana será el pub ‘El Comandante Galopando’ el primer pub inglés de toda la Costa del Sol, el destinatario de este sencillo homenaje, "por conservar en la actualidad el espíritu del boom turístico", según reza en la Placa que se entregará a un representante de dicho establecimiento.
Según explica cada año el presidente de ‘La Güena Gente’, el Premio que cada año se entrega en el acto del Pregón de la Feria de San Miguel, al que todos los socios de la Peña tienen especial cariño, "es un galardón sin pretensiones, con el único objetivo de homenajear a esta "güena" gente de nuestro pueblo que, de alguna forma, promociona o realiza alguna acción que ayuda a engrandecer el nombre de Torremolinos, bien a través de una obra social, de ayuda a los vecinos, o bien implantando o recuperando nuestras tradiciones o habiendo dedicado toda una vida a este pueblo".
Manuel Vega Trigo, popularmente conocido como ‘Malono El Moro’, actual propietario del ‘Galloping’, como se conoce entre sus clientes este emblemático establecimiento, recogerá el galardón después de una larga vinculación con ‘El Comandante Galopando’ que comenzó en 1964, cuando empezó a trabajar en el pub desde el mismo día de su inauguración, cuando la plantilla del mismo estaba formada por el matrimonio que fundo el establecimiento, tres camareros , un pianista y una limpiadora, personal que compartía los 50 metros cuadrados del local, que hoy, con Manolo y su hijo Sergio a la cabeza, mantiene casi intacta su fisonomía y espíritu, incluido ese aire señorial propio de los pubs ingleses.
Parada de muchos torremolineses, ya que está situado en pleno corazón del municipio, en la antigua Calle Europa, hoy María Barrabino, ‘El Comandante Galopando’ cuenta con una clientela fija que comparte buenos ratos degustando las bebidas tradicionales, servidas con profesionalidad, y cuyo pago a menudo está pendiente del resultado de una partida de “chinos”.
Además, son muchísimos los turistas que, después de haberlo visitado en los 60 ó 70, vuelven hoy en busca de recuerdos inolvidables en el marco del Torremolinos más cosmopolita y con una rica cerveza en la mano.
Para Manolo, “lo mejor de mi bar es la clientela” de muchos años, que se ve reconocida entre las numerosas caricaturas que decoran las paredes.
