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Motor

Honda Civic Sedan, un japonés que desafía a Alemania

Lo primero que destaca de la versión Sedan son las cuatro puertas, así como un aspecto deportivo que le otorga su silueta afilada

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El Honda Civic Sedan es la carrocería más desconocida de este modelo, que ya acumula diez generaciones desde 1973 en las que no han faltado las versiones de cinco puertas y las deportivas Type R.

El que no sea conocido no significa que no llame la atención. Solo basta con conducirlo un rato o dejarlo aparcado en una calle concurrida para comprobar cómo la gente mira con atención a la carrocería berlina del Civic.

Lo primero que destaca de la versión Sedan son las cuatro puertas, así como un  aspecto deportivo que le otorga su silueta afilada, unida a la elegancia que desprenden las berlinas.

El Civic Sedan tiene un perfil más ancho (en 46 milímetros), una mayor longitud (74 mm más) y una altura 20 mm. más baja que todos sus predecesores, al tiempo que cuenta con voladizos más cortos y líneas firmes que contribuyen a la mejora de la aerodinámica.

 La versión probada por EFE, con el que equipamiento más alto (Executive) monta un  propulsor de gasolina 1.5 VTEC que incorpora un turbo con el que entrega 182 CV y que está asociado a una caja manual de seis velocidades y tracción delantera.

 Con este propulsor, el Civic Sedan se desenvuelve con bastante brío y su baja altura,  de 1,41 metros, le proporciona un centro de gravedad bajo que le confiere un mayor agarre en la carretera, así como una mayor sensación de control ante cualquier situación.

Su consumo medio homologado es de 5,8 l/100 kilómetros, aunque en la prueba se ha  situado en los 6,2 l/100 km, una cifra buena para un vehículo de gasolina de 4,6 metros de longitud y de 1.354 kilos de peso.

 A esto ayuda la rápida respuesta que tiene al accionar el acelerador y que evita subir  muy arriba de vueltas al propulsor, lo que conlleva un mayor gasto de combustible.

El par máximo del motor es de 240 Nm. y está disponible entre las 1.900 y las 5.500 vueltas. Con esta horquilla de entrega de potencia tiene un funcionamiento muy similar al de un turbodiésel y un uso mucho más agradable que éste por la carencia de vibraciones al ralentí.

La caja manual de seis relaciones se comporta de una manera eficaz con unos  recorridos bien definidos y con unos desarrollos muy cortos.

La dirección que monta es muy fiable y transmite con rapidez y seguridad todo lo que acontece debajo del carenado.

El comportamiento de la suspensión también es muy confortable, por lo que le hace un coche muy cómodo para la ciudad y agradable fuera de ésta.

En la urbe, el Civic se desenvuelve con soltura e invita a una conducción relajada, mientras que en vías rápidas transmite un gran aplomo ante la falta de oscilaciones de la carrocería en tramos que acumulen curvas.

En el habitáculo no se aprecia el ruido de rodadura ni de la rumorosidad del motor, lo que denota la gran calidad de materiales que ha empleado Honda para lograr el sellado de este modelo.

Las plazas delanteras destacan por su comodidad y por estar calefactadas; mientras que en las posiciones traseras, que incorporan anclajes Isofix, los ocupantes de los asientos laterales tendrán una amplitud suficiente para las piernas, los hombros y para esconder los pies debajo de las butacas delanteras.

En la plaza central trasera, el ocupante puede llegar a sentir incomodidad debido a la dureza del respaldo y tendrá que molestar con las piernas a los de las posiciones laterales debido al túnel central.

El espacio para los hombros en la parte delantera se ha incrementado en 10 mm y el espacio entre los asientos delanteros se ha aumentado 15 mm.

Por su parte, el hueco para los hombros en la parte trasera se ha aumentado 20 mm; mientras que los pasajeros en la parte trasera disfrutarán también de 45 mm más para  las piernas y 55 mm adicional para las rodillas.

En la parte delantera, destaca la consola central en negro piano en la que se encuentra una pantalla táctil en color de siete pulgadas.

La parte inferior de la palanca de cambios tiene una bandeja portaobjetos de dos niveles, en la que se ha tenido en cuenta específicamente el uso de los dispositivos  electrónicos personales.

La bandeja delantera permite un acceso a los dispositivos instantáneo y directo, e incorpora una base de carga inalámbrica para teléfonos inteligentes.

La segunda, situada detrás de la consola central, ofrece una zona de almacenamiento más discreta y acceso a los puertos HDMI y USB, así como una toma de corriente de 12 V.

Mayor espacio encontramos en el maletero, que cubica 519 litros, un 20,8 % más que el modelo de la generación anterior y una cifra muy competitiva dentro del segmento  de las berlinas.

En materia de seguridad, destacan el sistema de prevención y mitigación de impactos, el avisador de colisión frontal, el de cambio involuntario de carril, la ayuda de permanencia en carretera, el control de crucero adaptativo, el reconocimiento de señales de tráfico, el avisador de ángulo muerto, la alerta de tráfico cruzado y la cámara de visión trasera de varios ángulos.

En definitiva, el Honda Civic Sedan es una carrocería que sorprende tanto a quien lo conduce como a quien lo observa por la calle, debido al desconocimiento de esta carrocería.

El precio de la unidad probada (28.350 euros) le sitúa en un rango alto frente a la competencia a la que se enfrenta, pero que no es excesivo si se tiene en cuenta la  cantidad de equipamiento de serie que ofrece (techo panorámico y practicable), así como las ayudas a la conducción que incorpora.

Asimismo, la motorización es la más potente que se puede encontrar en modelos de  similar configuración.

Hasta la fecha, la fabricación para Europa de las berlinas parecía estar reservada exclusivamente a los fabricantes alemanes. Honda ha dejado claro con el Civic Sedan que puede enfrentarse directamente a estas marcas que tradicionalmente han liderado la venta de estos modelos.

No lo tiene fácil. No porque su producto no esté a la altura, sino porque los conductores en estos momentos están volcados en la compra de los SUV, que no paran de restar ventas a los segmentos más tradicionales.

A su favor juega un diseño deportivo y poco visto que hace que uno se fije en él desde  el primer momento.

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