La esperanza es lo último que se pierde y así lo recuerdan estos marbellíes que representan con una metáfora el ayer y el hoy con un tipo fantasioso. Alados y después de dos años de ausencias, el grupo no suena mal con una variedad vocal destacada y variada. Eso sí, supera claramente a las letras.
En su primer pasodoble, mal llevado y peor desarrollado, las heridas entornan el drama de los malos tratos.
Esperanzados le cantan a Andalucía desde el punto de vista de un exiliado. Poniéndole color esperanza, la comparsa pone el punto y final.