Pero el balance de goles recibidos por los azulinos no destaca únicamente en el Grupo X, sino que, al compararlo con el resto de grupos también resulta vencedor el equipo que entrena esta campaña Antonio Iriondo. En Tercera División hay 18 grupos, es decir, 360 equipos. Pues bien, de todos ellos, sólo dos superan el registro cañaílla.
Los isleños han encajado tan solo un gol, siendo además de penalti. Una más que discutible decisión arbitral posibilitó al CD Pozoblanco empatar el partido en el Estadio Iberoamericano 2010 (Bahía Sur). O sea, que si no hubiera sido por un más que posible error de apreciación por parte de un colegiado, el San Fernando CD continuaría imbatido a la vez que invicto esta temporada.
líder imparable en el grupo iv
En el Grupo IV, la imparable SD Amorebieta no ha recibido todavía ningún gol en contra. Los vascos han ganado sus cinco partidos y marchan líderes con ocho goles anotados. Por su parte, el segundo clasificado del grupo balear (el XI) es el Binissalem, que, con ocho goles a favor y ninguno en contra es el otro equipo imbatido de Tercera División.
Con un gol encajado acompañan al San Fernando CD el Ribarroja (Grupo I), el Valladolid B (Grupo VIII), el Alahurín (Grupo IX), el Motril (Grupo IX), el Tenerife B (Grupos XII), el Sporting Villanueva (Grupo XIV) y el Logroñés (Grupo XVI).
Varios equipos más figuran con dos goles en contra, uno más ya que los azulinos. Estos son la SD Noja (Grupo III), el CD Bezana (Grupo III), el Murcia B (Grupo XIII), el Zaragoza B (Grupo XVII), el Illescas (Grupo XVIII), el Almansa (Grupo XVIII) y La Roda (Grupo XVIII).
Así las cosas, la defensa azulina puede presumir de figurar entre las mejores de toda la categoría. Es más, si se observan los números de las categorías superiores, casi ningún equipo es capaz de acercarse a los registros que marcan los isleños. Por ejemplo, en Segunda División B los menos goleados son el CD Mirandés (Grupo II), la UE Sant Andreu (Grupo III), el Orihuela CF (Grupo III), cada uno de ellos con un tanto recibido, al igual que los futbolistas de La Isla. Eso sí, en esta categoría se han jugado ya seis partidos, uno más de los celebrados en Tercera.
En Segunda División A, también tras cinco jornadas disputadas, el equipo que menos tantos ha encajado es la UD Salamanca, con tres, mientras que en Primera División el menos goleado es el Real Madrid, con un único tanto en contra recibido en las cinco primeras jornadas de la campaña.
Con los números en la mano, el balance isleño es más que positivo en cuanto a defensa se refiere. Por contra, el ataque es ya otro cantar y todos los equipos mencionados superan el número de goles marcados por el San Fernando CD. La mayoría dobla, triplica o incluso multiplica por cuatro las dianas azulinas, dejando claro que si el equipo de Iriondo no marcha primero en la tabla clasificatoria es por su actual falta de acierto de cara a portería.
marcar, asignatura pendiente
El San Fernando CD sólo ha marcado cuatro goles: uno al Sevilla C en la primera jornada liguera (1-0), dos al Sanluqueño en la jornada tres (0-2) y uno al CD Pozoblanco en el cuarto partido (1-1). Y este sí que puede convertirse en un grave problema para los azulinos, que, con el engranaje defensivo ajustado a la perfección se mantienen en la parte alta de la tabla clasificatoria, pero no pueden aspirar a cotas demasiado altas sin ver puerta. Está claro que mantener la portería propia a cero es un primer e importantísimo paso para ganar un partido, pero sin goles no se puede hacer nada en el fútbol, por lo que el equipo técnico de Antonio Iriondo trabaja intentando mejorar un aspecto que siempre ha dependido de las rachas protagonizadas por los grandes goleadores, como Puli, cuya sequía anotadora comienza a ser ya demasiado.
Sólo Canito, Castillo, Rodiel e Iván Guerrero han celebrado tantos este año, algo que debe cambiar pronto si el San Fernando CD no quiere descolgarse poco a poco de los puestos de ascenso. Y esta semana se tendrá una nueva oportunidad con la visita de la Balona, un rival nada fácil, pero ante el que los isleños esperan romper por fin su mal fario goleador y entrar por fin en una buena racha.
