El presidente de Cuba, Raúl Castro, reafirmó su solidaridad con el gobernante venezolano, Nicolás Maduro, ante la "violencia golpista", y denunció la "persecución política"que sufre el exmandatario y líder del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Castro dijo que se debe respetar el "derecho legítimo" de Venezuela a solucionar sus asuntos internos "sin injerencia externa", al referirse a la crisis que vive su principal aliado político y económico en la última década en su discurso de cierre del pleno de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral).
En ese sentido, llamó a cesar la "manipulación selectiva" contra Venezuela por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA) y su secretario general, el uruguayo Luis Almagro.
Raúl Castro consideró que "la agresión y la violencia golpista" de la oposición al chavismo "dañan a toda nuestra América y solo beneficia los intereses de quienes se empeñan en dividirnos", según la versión de su intervención divulgada por medios oficiales, ya que la prensa extranjera no tiene acceso a esas reuniones.
"A esa oposición se le permite generar un conflicto de consecuencias incalculables en esta región como las que presenciamos en diferentes lugares del mundo", sostuvo.
Además, alertó de que "asumirán su responsabilidad ante la historia" aquellos que pretenden "derrocar por vías inconstitucionales violentas y golpistas" el proceso iniciado en 1998 en el país sudamericano por el líder bolivariano Hugo Chávez (1954-2013).
Raúl Castro también se pronunció sobre la crisis política en Brasil para denunciar la "persecución política" sobre el expresidente Lula, condenado el miércoles pasado en primera instancia a nueve años y medio de prisión por corrupción y lavado de dinero.
A Lula se le acusó de haberse beneficiado de la red corrupta que operó durante décadas en la petrolera estatal Petrobras, pero el líder del PT prometió luchar "en todas las instancias" para demostrar su "inocencia".
Para Castro, el proceso penal seguido contra Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, es un intento de impedir la aspiración del político brasileño a una candidatura a las elecciones presidenciales de octubre de 2018.
El mandatario cubano afirmó que tanto la expresidenta Dilma Rousseff -destituida mediante un juicio político- como Lula, el Partido de los Trabajadores y el pueblo brasileño "tendrán siempre a Cuba de su lado".