Con el alta recién dada, esta chirigota lo vuelve a hacer otro año revolucionando con un tipo cuanto menos original situado a las mismas puertas de Puerta del Mar. Muy gaditano en su interpretación como en los gestos más clásicos de la chirigota.
Unos enfermos que se han pegado durmiendo los últimos años tras haberse pasado en coma y al igual que le piden a Cádiz que se despierte pronto de sus males. Eso en el primer pasodoble.
En el segundo, la ruptura del PSOE, “al que le mueve solo el dinero”, al “enterrador de cal viva”. Dura crítica política. Buen pase que el público sabe agradecer al grito de “chirigota”.