La única agrupación de fuera de la provincia de la noche llegó desde Almería, con unos espantapájaros que cantan desde un huerto con un cuervo que acecha muy cerca.
En el primer pasodoble se lamentan de la situación política actual en el país ante un futuro cuanto menos preocupante y oscuro, como el forillo con el que se presentan estos almerienses.
El cuervo que les acompaña recobra vida y voz en los cuplés. Agrupación muy trabajada, que sorprende por su apuesta y defendiendo dignamente un tipo que marca su lugar y su desarrollo y gestión.