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Motor

El pequeño de la familia saca los dientes

El nuevo BMW X1 es una gran opción de compra si lo que se busca es un SUV premium que sea cómodo para el día a día en la ciudad, pero que además cumpla en viajes más largos y que pueda salir del paso en terrenos más exigentes.

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  • BMW X1 sDrive18d xLine. -

El todocamino más pequeño de BMW  ha cambiado tanto que se podría decir, exagerando, que sólo se parece en el nombre con la anterior generación, y enseña los dientes a su hermano mayor, el X3.
El nuevo X1  de BMW es ahora más alto, más ancho, más corto (curiosamente 3 centímetros menos) y la distancia entre ejes se reduce de 2,76 a 2,67 metros.
Con estas medidas, el vehículo es más espacioso, bastante más, y también crece su maletero, con 505 litros, 85 más que el modelo anterior, del que se han vendido más de 730.000 unidades en todo el mundo.
Por tanto, este X1 ahora se gana a pulso su pertenencia a la gama X del fabricante alemán. Tiene una imagen poderosa, es muy cómodo de conducir, y crece en atractivo.
La nueva generación gana muchos enteros en el diseño, ya que su aspecto es el de un autentico SUV. La anterior no tenía el porte de éste y podía parecer un compacto algo elevado.
En el nuevo modelo, los asientos están también más altos, por lo que el conductor tiene una mejor visibilidad de lo que sucede en la carretera.
El espacio a la altura de las rodillas de los pasajeros de los asientos traseros es ahora 37 milímetros mayor (con el equipamiento de serie), aunque puede ser hasta 66 milímetros mayor con los asientos posteriores opcionales, desplazables horizontalmente.
El puesto de conducción presenta una orientación ergonómica del cuadro de instrumentos, típica en todos los modelos de la marca.
En el exterior, el frontal presenta un aspecto mucho más deportivo, con faros LED, y un trazado de líneas muy dinámico. El carácter deportivo se enfatiza con los paragolpes, ahora más robustos, y por las tomas de aires, que crecen en tamaño, al igual que los característicos "riñones" de BMW. La trasera adopta los grupos ópticos, también LED, en forma de L, y un faldón que también aumenta.
El modelo probado, con acabado xLine, tiene la citada parrilla ovoide doble de BMW con varillas, que son de aluminio mate en su parte frontal y, adicionalmente, se acentúa el carácter robusto del coche mediante entradas de aire de color plata mate, así como con embellecedores en los umbrales de las puertas y chapa protectora de los bajos del mismo color.
El equipamiento interior consta de asientos -rígidos, recogidos y cómodos- con tapicería combinada de tela y de piel de color marrón, con superficies resaltantes de color negro, así como de molduras de color negro brillante con superficies adicionales de cromo de brillo perlado.
El coche incluye climatizador, sistema de audio con conexiones USB y AUX-In y sistema de mando iDrive con pantalla independiente integrada en el salpicadero.
Una novedad aportada por BMW ConnectedDrive consiste en la pantalla virtual Head-Up Display que, al igual que en los modelos superiores de la gama X de BMW, permite proyectar sobre el parabrisas diversas informaciones relevantes para la conducción.
Además, equipa ahora diversas funciones incluidas en el sistema Driving Assistant Plus como el control de crucero activo con función Stop&Go, la advertencia de salida de trayecto, el asistente para conducción en retenciones de tráfico, la advertencia de colisión, así como la de presencia de peatones, con función de frenado en el tráfico urbano.
En el apartado de la insonorización también gana muchos enteros, ya que apenas se aprecia el ruido de motor dentro del habitáculo.
Respecto a la mecánica, el sDrive18d equipa un motor diésel de cuatro cilindros en línea, tecnología BMW TwinPower Turbo (unidad turbo de geometría variable, inyección directa por conducto común con inyectores de válvulas electromagnéticas; presión máxima de inyección: 2.000 bar), con una cilindrada 1.995 cc. El motor entrega una potencia de 150 CV a 4.000 rpm, con un par máximo de 330 Nm a 1.750 - 2.750 rpm.  El vehículo acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 205 km/h.
El sDrive 18d consume 4,3 a los 100 kilómetros, con unas emisiones de CO2 de 114 g/km. El motor cumple con la normativa europea Euro6.
La versión probada equipaba la nueva caja automática Steptronic de ocho marchas, de origen ZF, se distingue por una mayor suavidad al cambiar de marchas y sus reacciones más dinámicas.
El sDrive 18d cuenta con el mismo sistema de tracción delantera que el Serie 2 Active Tourer y Serie 2 Gran Tourer, de manera que se suma a la ruptura con la tradicional trasera de la marca bávara.
La calidad percibida tanto en carretera como en la ciudad es muy buena. En el campo su comportamiento es más que notable aunque son los modelos con tracción integral los que pueden jugar un mejor papel en este terreno.
En definitiva, se trata de una gran opción de compra si lo que se busca es un SUV premium que sea cómodo para el día a día en la ciudad, pero que además cumpla en viajes más largos y que pueda salir del paso en terrenos más exigentes.

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