La venerada imagen del Santísimo Cristo del Perdón, presidió anoche el anual Vía Crucis del Viernes de Dolores. Lo hizo después de permanecer en besapié durante la jornada en el templo de la Inmaculada Concepción de la Casería. Allí estuvo expuesto previamente en besapié, después de un año sin exponerse a este tipo de culto, por su reciente restauración.
Hermanos y cargadores portaron al Cristo sobre una gran parihuela, si bien ésta no dejaba apreciar el rostro del Cristo con claridad por su baja inclinación. Sí lo pudieron disfrutar los vecinos desde sus balcones, ofreciendo una estampa distinta a la del Jueves Santo. Una capilla de música acompañó este rezo por las calles, con la presencia del párroco, Bernard Mucipayi.
Numerosos hermanos acompañaron al titular de la cofradía por el barrio, adelantando así lo que está por llegar.