Mientras, las propuestas de Fapacsa según ellos mismos manifiestan en los panfletos repartidos a los ciudadanos no aportan nada y se remiten a preguntas retóricas, “¿qué nos espera a partir de 2012’ ¿por qué siguen castigando al pueblo’” pero solución ninguna, excepto ir con un abogado a Madrid y lanzar mensajes apocalñipticos, “subida del 300%” “gente sin comer” “caramelos envenenados por el Ayuntamiento”. La retórica nos suena y nos retrotrae al conflicto entre quiosqueros y equipo de gobierno de hace diez años. Al final sabemos cómo terminó todo y donde terminaron muchos.También con el paso del tiempo se conoció quien los financió.
Ningún equipo de Gobierno puede obviar una protesta pero los convocantes de la misma deberían aceptar que las decisiones en democracia se toman por los elegidos por los electores y no por vociferantes manifestantes por mucha razón que puedan llegar a tener. Sin duda que hay sensatez y hay personas que han ido a la marcha con buena voluntad sin dobleces pensando que se puede mejorar aún más la propuesta municipal pero los hay que quieren pescar en río revuelto. Hay que recordar que el catastro afecta a toda España y Algeciras no es una isla por lo que hay muchos ejemplos en los que fijarse no en dos casos aislados.