Atrás quedaron los 12 meses del 2015 y la máxima autoridad municipal se prepara para afrontar el 2016 con ilusión y ganas, con el lógico deseo de que la ciudad vaya a más en todos los niveles.
Hace un año hacíamos balance a pocos meses de las elecciones municipales. ¿Qué pensaba entonces?
—Estaba en el día a día de la ciudad, un alcalde no puede estar pensando en las elecciones, sino en mejorar la ciudad, que es a lo que me comprometí con los ciudadanos. Teníamos que llevar el programa a todos los colectivos y contábamos con la ventaja de que habíamos trabajado con todos, con vecinos y vecinas, y habíamos hecho una buena gestión. Teníamos claro que es lo que había que hacer y logramos la confianza de los ciudadanos.
¿Pensó alguna vez en llegar a ser alcalde cuando estaba en Juventudes Socialistas?
— No. Soy de los que cree que estar hay que estar presente en lo que sucede en el día a día de tu ciudad. Estoy convencido de ello. Y hay que participar activamente. Yo, que tenía inquietudes políticas y ganas de transformar la ciudad, me acerqué al partido, y con trabajo y esfuerzo, y el apoyo de todos, he llegado hasta aquí para contribuir a mi ciudad.
¿Qué pensaba Víctor Mora cuando se enfrentaba a estas elecciones municipales?
— Pensaba que era un reto. Es un reto también en lo personal, porque soy el que pone la cara en un cartel, y es una responsabilidad compleja, pero tenía confianza, porque teníamos un mensaje claro y no hemos engañado a nadie. Dijimos que no era el momento de grandes proyectos, sino de ser cercanos al ciudadano, potenciar los servicios sociales, generar empleo, y luego llegarían los grandes proyectos. Es la primera vez que un partido gana tres veces consecutivas unas elecciones, y lo hemos logrado diciendo siempre la verdad, aunque a veces sea dura y no se entienda.
Ganó el 24 de mayo, pero no logró mayoría absoluta, ¿Cómo encaró la situación?
—Hicimos una ronda de contactos con todos los partidos, y decidimos gobernar en solitario llegando a acuerdos puntuales, algo a lo que estamos acostumbrados. En la anterior legislatura, aunque contábamos con el apoyo de Ciudadanos, dialogábamos con el resto de partidos para llegar a acuerdos con otros grupos. Siempre hay que aprender y construir. Siempre que haya grupos políticos que quieran construir. Hay algunos que están instalados en el no y en la política antigua y espero que ahora que han pasado las elecciones generales podamos llegar a acuerdos con todos los grupos por el bien de la ciudad.
Precisamente la primera medida que adoptó fue la reducción del gasto del equipo de gobierno y emplear ese dinero en crear la Oficina de Vivienda.
—Fue una respuesta a un problema que se generó en los últimos meses del mandato. Fuimos claros y firmes desde el primer momento: no por dar una patada en la puerta se tienen más derechos que cualquier otro ciudadano. A partir de ahí, con un acuerdo con el grupo Por Sanlúcar Sí se Puede, creamos esta oficina. Y a través de una abogada y una trabajadora social se han conseguido parar ejecuciones hipotecarias, desahucios, desalojos, se han logrado daciones en pago y hay más de 21 expedientes de ayuda al pago de las viviendas. Y todo ello junto a unas nuevas ordenanzas para ayudar a inquilinos de viviendas municipales que tienen problemas con el pago.
En materia de vivienda también se ha logrado que se inicie la rehabilitación de lo promoción de San Cayetano
—Siempre defiendo lo mismo: por encima de los partidos está la ciudad. Otros no lo entienden así, pero nosotros reivindicamos a todas las administraciones sean del color político que sean. Pedíamos la rehabilitación de esta barriada, y seguimos manteniendo que el IBI no lo tienen que pagar los vecinos, así que mantendremos nuestra postura y seguiremos defendiendo a los vecinos.
¿El empleo es la prioridad absoluta?
—Entiendo que debe ser la prioridad absoluta de cualquier gobierno. Somos una de las ciudades con mayor tasa de desempleo. Por eso, dentro de nuestras competencias, hemos creado planes de empleo municipales. Tuvimos la suerte de que la Junta fuera sensible y creara otros planes y con todo, pusimos en marcha uno para mayores de 45 años, otro de inclusión social y seguimos demandando planes especiales a todas las administraciones, tanto a través del pleno como en persona. Me reuní con el delegado de la Junta y con la presidenta de la Diputación, pero no tuve la suerte de que el subdelegado del Gobierno hablara conmigo. En este asunto seguiremos insistiendo y trabajando para contribuir a generar empleo.
Donde también se ha trabajado mucho en estos meses es en servicios sociales…
—Es nuestra apuesta firme. Sanlúcar tiene un paro estructural que cuando llegamos en 2007 era de 7.000 parados, y solo había de presupuesto en servicios sociales 375.000 euros. Hoy hay 5 millones para esta área. Hemos simplificado la gestión y se conceden las ayudas desde muchas vertientes. Hemos llegado a un acuerdo con Aqualia para que no se corte el agua y en estos días vamos a firmar otro con Endesa para luchar contra la pobreza energética. De esta forma, cuando se vaya a realizar un corte de luz, informarán previamente al ayuntamiento, estudiaremos la cuestión a través de los servicios sociales y, si es necesario, el Ayuntamiento cubrirá ese pago.
¿Entonces habrá la misma inversión para empleo y servicios sociales en los próximos presupuestos?
—O más. Vamos a negociarlo ahora con el resto de grupos, teniendo en cuenta que hay que cumplir con los planes de ajuste y los pagos a proveedores, que es lo que le ha dado credibilidad al ayuntamiento. Cuando llegamos había una deuda de 108 millones y ahora está alrededor de 65. Un ejemplo claro es que cuando llegamos se le debía a la Seguridad Social y a Hacienda 50 millones de euros. El Ayuntamiento prácticamente nunca había pagado, y hemos abonado ya 25 millones. En definitiva, estamos constantemente saneando la economía del Ayuntamiento y esto nos permite poder seguir invirtiendo en servicios sociales y en los ciudadanos.
Se han aprobado las ordenanzas fiscales. ¿Cómo las considera?
—No son las que nos gustarían. Estamos acogidos a planes de ajuste y reducimos lo que podemos. Es lo que hacemos con el IBI, que la parte municipal baja un 8 por ciento. Lo que no se dice nunca, es que la parte del Estado de este impuesto sube un 10 por ciento, bien porque a algunos no le interesa mencionarlo, o bien porque otros prefieren callárselo y decir que el gobierno local sube los impuestos. Cuando el gobierno nos obligó a subir el impuesto de vehículos al máximo, decidimos compensar al ciudadano invirtiendo en obras, así que hicimos dos actuaciones importantes: mejorar el acceso a las playas por el V Centenario y la carretera de la antigua Vía hasta Bonanza. Hacemos un esfuerzo en bajar el impuesto que sube el Estado y cuando recaudamos más lo invertimos en los ciudadanos. Lo que diferencia a un gobierno es en qué invierte el dinero que recauda. Es lo que le decía antes: 375.000 euros en servicios sociales con el PP y cinco millones con el PSOE. Esa es la diferencia.
¿Qué le parecen los presupuestos de la Junta y del Estado?
—Por parte del Estado no hay ninguna apuesta por la ciudad, no está el corredor litoral, ni está por contribuir a la celebración del V Centenario. Sanlúcar sigue castigada por los gobiernos del PP. Sin embargo, a través de la Junta hemos conseguido algo muy importante: que se incluyera la redacción del proyecto de la depuradora, que es una inversión muy importante, medio millón, y que esperamos que haga posible que este proyecto continúe adelante a medio plazo.
Usted ha apostado en estos meses por el turismo.
—Este verano hemos conseguido los mejores datos de los últimos seis años, pero no nos podemos distraer. Sanlúcar además del sol y playa tiene mucha cultura y patrimonio. Hemos tenido que concienciar a todos de la importancia de lo que tenemos, porque lo que no se conoce no lo valoramos. Y nos queda mucho por recorrer. Hemos tenido muy buenos datos en enero y febrero, aumentando la ocupación un 40 por ciento, y el verano ha sido un éxito de visitas y ocupación. Lo hemos logrado siendo conscientes de la importancia de lo que decía anteriormente, de todo lo que tenemos, una enorme riqueza que estamos aprendiendo a explotar entre todos.
La gastronomía es fundamental, y se ha conseguido la marca Langostino de Sanlúcar.
—Si, y es un ejemplo de lo que ocurre cuando intervienen las administraciones. El sector pesquero ha vivido un crecimiento increíble. Nos sentamos con la Junta y le dijimos que tenía que invertir, y han llegado los resultados. Pasa lo mismo con la agricultura, con la marca Arenas Finas y ahora con las cooperativas de La Algaida y las ampliaciones que quieren llevar a cabo. El sector primario es fundamental y nuestros productos lo son todo para nuestra gastronomía, un gran atractivo en sí mismo.
¿Hablemos de algunas iniciativas, como el mercado de abastos. ¿Para cuándo?
—El mercado de abastos es una apuesta importante y valiente. Hicimos el traslado, algunos creían que era el fin del mundo y es todo un éxito. Estamos concluyendo las obras en la Cuesta de Belén, y espero que en torno a finales de 2016 se pueda hacer el traslado. Cuando lo terminemos, nos pondremos a mejorar la entrada a la ciudad por la carreta de El Puerto, algo que ya que hemos solicitado a los fondos Profea.
Otra decisión importante fue la apertura del Carril de San Diego
—Era el momento de tomar decisiones. El ayuntamiento estaba en medio de un litigio, estudiamos la situación y presentamos una propuesta a los propietarios y a la Junta. En política hay que tomar decisiones, a veces más populares, a veces menos. Y protestaron los mismos que lo hacían por el mercado, los que parece que no quieren que Sanlúcar avance, pero era necesario hacerlo.
¿Cómo va el proyecto de la Escuela de Emprendimiento?
—Es un proyecto a largo plazo y mientras tanto hemos llegado a un acuerdo con la delegada territorial de Empleo para empezar a funcionar en el edificio que estamos terminando en La Dehesilla. Muchos jóvenes necesitan este espacio y lo vamos a poner en breve en uso tras este acuerdo con la Junta.
En relación con la Primera Vuelta al Mundo…
—Es una gran oportunidad. Este es el proyecto conjunto de la ciudad. Sanlúcar tiene muchos elementos históricos pero esta celebración nos puede poner en el mapa. Vamos a firmar un protocolo para crear una comisión técnica entre Sanlúcar y Sevilla para solicitar proyectos y subvenciones y crearemos una comisión de expertos para trabajar en el tema. Es una oportunidad, y no nos vale quedarnos solo en que fue en Sanlúcar, que eso lo dice claro la historia, sino que estoy dispuesto a aprovecharlo y no dejar que pase este tren que significará empleo y riqueza.
¿Con que se quedaría de 2015?
—Con el momento en que vi a los jóvenes firmando sus contratos en el Ayuntamiento. Este año se han realizado de mil contratos. Los jóvenes habían terminado sus estudios y no tenían ninguna oportunidad para acumular experiencia. Hemos dado una oportunidad a muchas personas para poder llevar el pan a sus casas con su trabajo y los jóvenes han visto que hay esperanza.
¿Cómo es ahora su día a día?
—Empieza con el niño pequeño, y después a trabajar las horas que haga falta, visitar zonas de la ciudad, hablar con vecinos... Me gusta la política, me gusta ser alcalde de mi ciudad, trabajar por ella. He nacido aquí, vivo aquí y mi hijo ha nacido en esta ciudad y quiero seguir viviendo en ella. Y en ese futuro que quiero para Sanlúcar puedo poner una parte, pero necesito para el resto el apoyo de los sanluqueños y sanluqueñas.
¿Que le pide al 2016?
—Que sea mejor que el 2015 y que traiga empleo y progreso para Sanlúcar, para que la ciudad consiga todo lo que se merece.