El encuentro cultural y musical Alamedeando, que cada mes de septiembre se celebra en la emblemática y siempre concurrida Alameda de Hércules de Sevilla capital, no celebrará este año la que habría sido su VII edición, extremo derivado de las dificultades de los promotores para conseguir financiación y la "falta de compromiso de la administración".
La entidad cultural La Matraka, promotora de este evento, ha publicado en la página web del mismo un comunicado en el que anuncia que "este año no habrá Alamedeando", toda vez que la edición de 2015 habría sido la VII edición de este festival musical y cultural.
Para explicar los motivos de la suspensión de la VII edición de Alamedeando, los promotores explican que se trata de un evento gratuito, en el que sus impulsores no cobran "ni un euro", los voluntarios tampoco y "los artistas han renunciado o reducido hasta el ridículo sus cachés", toda vez que "este año, nuestras mejores previsiones de ingresos incluyendo la Administración local, la Administración autonómica y el patrocinio privado, no alcanzan los 10.000 euros".
En segundo lugar, los promotores señalan que el objetivo de Alamedeando siempre ha sido "ofrecer un espacio único exclusivamente para artistas sevillanos de nacimiento o adopción y cuanto más jóvenes y más buenos, mejor", pero "esto de los artistas jóvenes sevillanos vende poco". "Cuando vamos a hablar con algún patrocinador, lo primero que nos preguntan es quién es el cabeza de cartel", con lo que "llevamos varias ediciones en las que los artistas que actúan en Alamedeando no cobran todo lo que nos gustaría e incluso no cobran nada".
"LOS ARTISTAS DEBEN PODER COBRAR POR SU TRABAJO"
"Los artistas deben poder cobrar por su trabajo y si no podemos ofrecerles unos mínimos económicos, lo mejor es no continuar", zanjan los promotores de Alamedeando.
Además, señalan la "falta de compromiso de la administración y la poca adecuación de sus tiempos de interlocución a las necesidades del mundo real". "Con algunas honrosas excepciones de cargos de la Administración que nos han tratado con cariño y respeto, especialmente en el distrito Casco Antiguo, la verdad es que estamos cansados de la poca seriedad de las instituciones públicas", exponen recordando que en 2011, Alamedeando "tampoco pudo llevarse a cabo por problemas con los cambios en los cargos municipales".
"No es cosa de cambios de gobierno, simplemente. El verdadero problema no está cada cuatro años: es que prácticamente cada año hay que empezar de cero, volver a negociar, replantear contenidos, cambiar fechas, casi suplicar. Después de siete años, Alamedeando se ha convertido en una cita consolidada en Sevilla y, sin embargo, tenemos que justificar año tras año el proyecto como si fuera el primero", lamentan los promotores, quienes no obstante precisan que "Alamedeando no se despide", pues "es un hasta luego".