El Ayuntamiento se ha marcado este año el objetivo de que las hermandades aporten sus propios planes de seguridad, después de que en los anteriores ejercicios se centrara en demandar los correspondientes planes de lluvia, unos documentos que “prácticamente la mayoría” de corporaciones ya han venido presentando. El director del servicio municipal de Seguridad, Francisco Ramírez, defendió este pasado martes en el programa Luz de Pasión -que semanalmente se emite en Ondaluz Jerez- la conveniencia de que cada hermandad “prevea sus propios riesgos, al igual que hace el Cecop”.
Eso implica que cada cofradía tenga claro “dónde acudir y qué hacer en caso de avalancha o ante cualquier eventualidad”, y que disponga de una persona “que se haga cargo” de estas situaciones en coordinación con las fuerzas de seguridad integradas en el Cecop. “Sabemos que la mayoría de hermandades tienen previsto qué hacer en estos casos, pero esas previsiones deben de obrar también en poder de los profesionales del Cecop para mejorar la capacidad de respuesta”, explicó Ramírez.
Esos profesionales se muestran satisfechos con el nivel de colaboración que muestran año tras año las hermandades, una tarea que “se va reforzando” y en la que deben implicarse “todas las partes”. “Los profesionales tamos para saber qué hay que hacer en cada caso, pero las hermandades también deben saber cómo actuar ante determinadas situaciones”.
Esta será la tercera Semana Santa en la que funcione el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), un operativo que ofrece “una capacidad de respuesta que de otro modo no tendríamos”. “Cuando no había Cecop cada cual tenía su operativo, pero la comunicación entre todas las partes no era tan efectiva como ahora”, aseguró el director del servicio municipal de Seguridad.
Todo está ‘bajo control’
En estos últimos años se han introducido una serie de modificaciones en la Carrera Oficial con el objetivo de mejorar el nivel de seguridad de este tramo de los itinerarios de las cofradías. La configuración actual -que es la misma del año pasado- permite que los servicios de emergencias puedan acceder a cualquier punto de este recorrido. “Se ha conseguido que la Carrera Oficial tenga la anchura suficiente para que acceda el camión de bomberos, que de algún modo es lo que marca el nivel de accesibilidad. Eso ha supuesto no pocos problemas y la supresión de palcos, porque por ejemplo había dificultades para acceder a la Alameda del Banco. También teníamos el problema de la grada que se instaló un año junto al palacio Domecq, que bloqueaba la entrada de los servicios. Todo esto se ha solucionado, aunque evidentemente durante la Semana Santa un vehículo de emergencias no va a acceder con la misma facilidad a la Alameda del Banco que a la avenida de la Cruz Roja, porque hay una masificación de personas y eso va a dificultar siempre la inmediatez de la respuesta”, aclaró.
Esas mismas complicaciones surgen en otros lugares del centro histórico ajenos a la Carrera Oficial, como las calles Carpintería Baja o Tornería, a cuya angostura se une la acumulación de público. “Somos conscientes de todo ello, pero sería contraprudecente eliminar estas calles de los itinerarios. Lo que sí queremos es que la gente que acude a los lugares donde se producen masificaciones sea consciente de que debe utilizar el sentido común”, zanjó.
Cofradías cardioprotegidas
A los servicios públicos se unen además otros de carácter privado que deben contratar las hermandades siempre que lo estimen oportuno. En estas últimas semanas, la empresa jerezana ASM Vidas está ofreciendo un servicio que incluye la presencia en cada cofradía de un profesional acompañado de un equipo de desfibrilador para atender cualquier tipo de incidencia.
Son varias las hermandades que han contratado ya estos servicios, que sin duda vienen a reforzar el dispositivo de seguridad de la Semana Santa. Este jueves ya pudo advertirse la presencia de este equipo en el Vía Crucis del Cautivo de la Hermandad del Amor.