El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, ha insistido en una entrevista publicada hoy por el "Bild am Sonntag" que su país no quiere que Grecia abandone el euro, aunque pide a Atenas cumplir lo pactado y rebajar el tono de sus declaraciones.
"No queremos un 'Grexit'", afirma Schäuble en referencia a una posible salida de Grecia de la eurozona, pero considera que la decisión final a este respecto la tiene Atenas.
"Somos solidarios, pero no extorsionables. Nadie forzó a Grecia al programa de ayuda. Está por tanto totalmente en manos del Gobierno en Atenas", indica.
El ministro alemán recalca que "los acuerdos adoptados siguen vigentes", esto es, que Atenas debe seguir adelante con los ajustes y reformas recogidos como contrapartidas en el programa que acompañó a su segundo rescate y que la prórroga de cuatro meses recién pactada no supone nuevos desembolsos para su país.
Atenas "tiene la palabra. Si Grecia no se atiene (a lo pactado), no habrá más ayudas", afirma.
Además, Schäuble considera que tanto el primer ministro griego, Alexis Tsipras, como su ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, deberían rebajar el tono, aunque él personalmente da más valor a "los acuerdos que a las declaraciones".
"Sería de ayuda que el Gobierno griego no hablase de tal forma que al resto nos resulte difícil convencer a nuestros ciudadanos", argumenta.
El titular de Finanzas alemán, hombre fuerte de la canciller Angela Merkel, evita asimismo avanzar si Atenas precisará más ayudas una vez que concluya el actual programa.
"Veremos si Grecia necesita más ayudas cuando se cierre el segundo programa. Independientemente de lo que venga, fijaremos criterios muy estrictos", señala.
El Bundestag (cámara baja alemana) dio el viernes luz verde por abultada mayoría a la prórroga a las ayudas a Grecia, tras un debate que reflejó los recelos de las filas de Merkel hacia Atenas y donde primó la consideración en que ese tiempo adicional que se da a Atenas es un mal menor para el Eurogrupo.
La propuesta a favor de la prórroga, defendida por Schäuble, obtuvo 542 votos a favor -procedentes tanto de la coalición de gobierno como de la oposición- frente a 32 en contra y 13 abstenciones, el llamado voto rebelde conservador.