Agentes de la Policía Local de Huelva han detenido a dos personas de nacionalidad ucraniana por resistencia y atentado a los agentes de la autoridad, uno de ellos un cura.
Los hechos ocurrieron el pasado martes por la mañana en la Avenida de la Orden cruce con la calle Legión Española, cuando dos agentes de la Policía Local que habían denunciado dos vehículos por encontrarse mal estacionados y obstaculizando el trafico, fueron recriminados e insultados por el titular de uno de los vehículos, según ha denunciado el Sindicato Profesional de la Policía Municipal de Huelva en un comunicado remitido a Viva Huelva.
Ante estos hechos, los agentes solicitaron la documentación a esta persona, quien “salió corriendo perdiéndose entre las calles adyacentes”.
Transcurridos unos minutos, mientras los operarios de la grúa municipal se encontraban realizando las labores de enganche, apareció nuevamente el conductor “agrediendo sin mediar palabra a unos de los policías que se encontraba de espalda junto a su coche y procediendo a continuación a meterse dentro del vehículo con intención de emprender la huida con el turismo”.
Al reaccionar los agentes y aproximarse al conductor, denuncia el sindicato,” fueron recibidos con patadas y puñetazos teniendo que pedir apoyo a otra patrulla, personándose en el lugar poco tiempo después, pero no sólo los agentes, sino también un segundo individuo que sin mediar palabras comenzó a pegar puñetazos a los agentes que acababan de llegar, al tiempo que intentaba impedir la detención del conductor, que era ser su padre”.
Ante lo “incontrolable” de la situación, los agentes solicitaron la presencia de más apoyo policial, ya que el conductor “comenzó a realizar una conducta autolesiva con cabezazos contra el suelo y a morder el capó del coche llegando incluso a clavar los dientes en la chapa”.
Los agentes de Policía tuvieron dificultades incluso para poder colocar los grilletes al conductor del vehículo, ya que “por su corpulencia física la longitud de los grilletes no daba de sí, teniendo que emplear dos grilletes encadenados para poder abarcar la distancia de una muñeca a otra”.
La sorpresa fue mayúscula cuando, “tras comprobar la identidad del conductor detenido, resultó ser un sacerdote ucraniano católico que imparte misa por el rito bizantino en la Parroquia Mayor de San Pedro”.