Un hombre ha sido apaleado y quemado vivo en una comisaría de Pakistán por una turba tras conocer que la víctima había quemado, presuntamente, un ejemplar del Corán, según informó la Policía, que ha detenido a 30 personas y a siete agentes por negligencia.
La víctima fue identificada simplemente como un viajero que había pasado la noche en una mezquita de la localidad de Seeta, en la provincia de Sindh. Los residentes encontraron un ejemplar quemado del Corán cerca de su estancia, según informó el imán de la mezquita, Maulvi Memon.
"Pasó la noche solo en la mezquita. No había nadie más que hubiera podido cometer este terrible crimen", denunció el religioso.
Los residentes dieron una paliza al hombre y le entregaron a la Policía, pero horas después cerca de 200 personas invadieron la comisaría, sacaron a la víctima a la calle y le prendieron fuego, según informó el superintendente del distrito de Dadu, Usman Ghani.
Al menos 53 personas han muerto en Pakistán desde 1990 tras ser acusadas de blasfemia, según el Centro de Estudios para la Seguridad. Uno de los casos más destacados de los últimos meses fue el de la joven cristiana Rimsha Masih, una adolescente falsamente acusada de prender fuego a páginas del Corán.