Acompañado por su abogado, Miguel García Diéguez, Serrano ha ofrecido hoy su primera rueda de prensa tras ser condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a dos años de suspensión por prevaricación al cambiar el régimen de visitas de un niño para que pudiese salir en una procesión de Semana Santa.
El juez, que alcanzó notoriedad por sus críticas a la Ley de Violencia de Género, ha culpado de su condena al "feminismo radical", del que era "público y notorio" que por cuestiones ideológicas llevaba tiempo pidiendo que lo inhabilitaran y que le echaran del juzgado "porque lo fácil es matar al mensajero cuando no se puede matar el mensaje".
Se trata de una actitud "propia de las ideologías totalitarias", ha afirmado.
Por ello, ha proclamado "totalmente su inocencia", ha anunciado que no piensa pedir "ni un solo día de indulto", como propuso el tribunal sentenciador, y ha dicho que recurrirá porque ha sido condenado por un delito de prevaricación culposa, distinto de la prevaricación dolosa por la que fue procesado, y por tanto del que no pudo defenderse. Lo hará "por mera dignidad", ha añadido.
Los jueces "estamos apañados si dejamos la prevaricación a la altura de este listón", ha manifestado antes de afirmar que se considera víctima de una situación "injusta basada en sospechas, elucubraciones y conjeturas".
Serrano reconoce que en la ampliación de un día y medio de la estancia de un niño con su padre divorciado pudo haber "ciertas irregularidades, consustanciales a una decisión de urgencia que se toma de un momento para otro".
No obstante, su comportamiento fue respaldado en dos ocasiones por la Sección Segunda de la Audiencia de Sevilla, especializada en asuntos de familia, quien recogió que en el caso concurrían los requisitos de "urgencia y necesidad" para que el juez de Familia pudiese pronunciarse sobre el régimen de visitas, pese a que el caso correspondía al juzgado encargado del divorcio de los padres.
Su abogado Miguel García Diéguez, ha anunciado que hoy mismo han presentado su recurso al Supremo, que se basará en el voto particular de uno de los magistrados del TSJA que defendió la inocencia de Serrano y ha dicho que la prevaricación culposa por la que ha sido condenado exigiría una "negligencia grave o ignorancia inexcusable", que no se dieron.