El conserje del edificio incendiado en el barrio valenciano de Campanar el pasado mes de febrero en el que murieron diez personas, Julián García Antón, ha afirmado este miércoles que espera volver a trabajar pronto en el inmueble, una vez concluyan los trabajos de reconstrucción.
Así lo ha señalado a los medios de comunicación a su llegada al Palau de la Generalitat Valenciana para recoger, junto a los servicios de extinción de incendios, emergencias, seguridad y protección civil que actuaron en ese incendio, la Distinción de la Generalitat con motivo del 9 d'Octubre, Día de la Comunitat Valenciana.
El conserje ha manifestado que se trata de un reconocimiento "muy especial", porque es de la Comunitat Valenciana; se ha confesado "muy emocionado"; y ha asegurado que, aunque han pasado varios meses del siniestro, no se le "olvidará nunca".
Ha asegurado que volvería a hacer lo mismo, ayudar a los vecinos a salir del edificio incendiado, y ha explicado que mantiene un contacto diario con los propietarios, y si estos se lo piden y quieren que vuelva a su anterior trabajo, así lo hará.
García Antón, quien ha calificado el día del incendio de "muy duro" y "terrible", ha recordado que se le ha entregado también un premio en Sevilla sobre valores humanos, y ha señalado que pasa bastante a menudo por el edificio, donde ve cómo avanzan las labores de limpieza y desescombro: "El tiempo pasa rápido y pronto estaré allí", ha asegurado.
Por su parte, el inspector de bomberos del ayuntamiento de València Amador Giménez ha asegurado que para ellos es "importantísimo" y un orgullo haber podido ayudar en ese momento, que es para lo que se entrenan y preparan todos los días.
"Cuando todo el mundo sale corriendo, nosotros somos los que tenemos que estar allí para ayudar a la gente", ha afirmado, y ha señalado que este suceso dejó a toda la sociedad valenciana "tocada" y hubo siete bomberos que tuvieron que ser hospitalizados, de los que queda uno de baja por una cuestión física, pero que se recupera bien.