Doce kilómetros de retenciones a causa de dos accidentes en dos de las principales autovías de Alicante, la que conecta con Madrid (A-31) y la del Mediterráneo (AP-7), complican al mediodía de este Jueves Santo el tráfico en plena operación salida, con un balance de sólo un conductor herido leve.
Según la DGT y la Guardia Civil de Tráfico, el primero de los siniestros ha ocurrido a primera hora de la mañana en la AP-7 a la altura del kilómetro 625, en Benissa, por la colisión por alcance de dos camiones y el vuelco sobre la calzada en dirección Valencia de uno de ellos frigorífico, que además ha derramado combustible.
El conductor resultó leve pero el vuelco provoca retenciones de hasta 5 kilómetros ya que la Guardia Civil ha establecido un operativo de desvío desde Altea por la N-332 (kilómetro 638) pero la alta intensidad de vehículos de esta jornada de salida vacacional en la Comunitat Valenciana no es absorbida suficientemente por esta vía de la costa y se producen los atascos de hasta 5 kilómetros.
El segundo siniestro que ralentiza la circulación en Alicante ha ocurrido poco después de las 11 horas en el kilómetro 221 de la autovía A-31, que une la provincia con Albacete y Madrid, por el choque de cuatro vehículos, donde no ha habido daños personales.
Sin embargo, esta colisión múltiple ha obligado al corte del carril izquierdo sentido Alicante, lo que provoca en estos momentos 7 kilómetros de retención.
Cortada la AP-7 en Castellón
El norte de la Comunitat Valenciana también se ha visto afectado por los accidentes en plena jornada de operación salida.
La AP-7 ha tenido que ser cortada a su paso por Peñíscola después de que un camión haya perdido su carga en el kilómetro 366.
La circulación ha sido desviada por la N-340.