“Me voy porque me echan”. Así anunció el que fuera alcalde de Torremolinos durante 20 años, Pedro Fernández Montes, su marcha del Partido Popular.
En una rueda de prensa organizada en el local de un antiguo centro estético, Fernández Montes acusó a Elías Bendodo, actual presidente del PP en Málaga, así como a Ramón del Cid, Encarnación Navarro y Margarita del Cid, actuales concejales de este partido, de su marcha. “Incumpliendo los Estatutos, arrastraron al resto de concejales a no reconocer mi autoridad como presidente democráticamente elegido y prohibir mecionar mi nombre en los Plenos”, son algunas de las acusaciones del exalcalde.
Acusaciones a Bendodo y Del Cid
Así, culpó a Bendodo de “hurtar a los afiliados de Torremolinos el derecho a elegir a sus representantes, privándoles de su Congreso Local, porque sabía que Margarita del Cid no contaba con el apoyo de la militancia”. Además, lo acusa de “nombrar a dedo” a Del Cid como candidata a la alcaldía, “a pesar de que le había anticipado que no iba a admitirlo por poderosas razones”. Por último, según Fernández Montes, le “obsequió”, recientemente, “con otra maldad”, refiriéndose a que “ha dado asistencia jurídica a ocho concejales de mi Equipo de Gobierno, pero no a mí, como si yo fuera un apestado”. Por todo ello, considera que “ha colmado el vaso de las lealtades” hacia su persona. “La lealtad a un partido tiene sus límites y pasa por no perder la dignidad como persona”, aseguró el exalcalde.
El dedo acusatorio salió a relucir, sobre todo, con Margarita del Cid, candidata a la alcaldía por el PP.
Mencionó hasta ocho puntos por las que se ha opuesto a esta candidatura y relacionadas con presuntas deudas de Del Cid y su marido. Así, se refirió a que “la vivienda familiar tiene nueve embargos que superan los 4.600.000 euros, incluidas deudas con Hacienda y la Seguridad Social”. Además, los acusa de “crear una serie de sociedades que fueron a la quiebra, de las cuales el matrimonio pagó indebidamente cuotas de la hipoteca de la vivienda, empleada del hogar, gastos de la comunidad, IBI de la vivienda, viajes de turismo al extranjero, transferencias de dinero a la cuenta personal de Margarita del Cid...”. “¿Cómo una persona en tal situación pretende gobernar cuando no ha sabido gobernar supropia casa?”, se preguntó.