Ella escogió Torremolinos para vivir junto a ese mar antiguo que aún da la vida, delirio de poetas y artistas. En su orilla, donde duermen las barcas, se apaga el amargor y se enciende la añoranza. Torremolinos es guitarra marina que pulsa melodiosamente las cuerdas del recuerdo. Torremolinos es la puerta del mar y del sol, el sueño de las gentes que moran en el corazón de España. El nombre de Torremolinos es música celestial en todos los oídos.
Ella, Marifé de Triana, familiarmente Maria Felisa Martínez López, Turista de Honor 2003 de Torremolinos… ella es ahora nuestra Marifé de Torremolinos. El municipio le consagró una importante avenida cerca del mar. Aquí, en esta paradisíaca tierra que hasta los dioses envidian, plantó ella la flor del corazón. Aquí lo tiene todo, su ayer y su hoy. Un 2008 se le llevó para siempre, de Torremolinos a las eternas luminarias, su trozo de amor más grande, su añorado José María Alonso. Su otro amor, la Copla, aquí varó. Setecientas canciones, que los tiempos no arrinconan, son su patrimonio discográfico. Padres y abuelos guardan con celo y cariño el amorriñado vinilo en el rincón ilusionado de su mocedad.
A Maria Felisa se le encendieron las luces primeras en Burguillos, un pueblecito sevillano de solera, allá por el 1936, un 13 de septiembre. En Burguillos celebran hoy, como si a boda tocaran, la concesión a su hija predilecta de la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo, prestigioso galardón que otorga el Consejo de Ministros. A la bella Málaga -Málaga la cantaora- le ha correspondido el alto honor de ser el escenario de tan memorable hecho. Torremolinos -en la persona de su regidor, Pedro Fernández Montes, y la edil de Cultura, Encarnación Navarro- estuvo presente en el acto, solemne y emotivo a más no poder.
Lo de Marifé de Triana le viene a Maria Felisa porque vivió sus primeros años en el popular barrio sevillano de Triana. Cumplidos los 12 años, Marifé se traslada a Madrid y allí se le termina de despertar el gusanillo del arte. Recibe lecciones de canto del maestro Alcántara y poco después participa en el programa de Radio nacional de España que dirigía David Cubedo, quien le impuso el nombre artístico de Marifé de Triana. Ya con 13 años y en posesión del carnet de artista, es contratada para actuar en un espectáculo musical del Cine Pizarro de Madrid.
Entre 1950 y 1952, enrolada en la Compañía del Teatro Chino de Manolita Chen, dio sus primeras giras por España interpretando los éxitos que por entonces estaban de moda en las voces de Juanita Reina y otras figuras de la Copla. Tiempo después, a raíz de una actuación en la provincia de Madrid, al promotor Juan Carcellé, que la escuchó, le faltó tiempo para contratarla. “Jamás nadie ha cantado como esta mujer -manifestó Carcellé-. Ella es la renovación absoluta de la canción andaluza”. De la mano de su nuevo empresario, Marifé debutó en el famoso Coliseo de Price, consiguiendo sonados primeros éxitos y elevando la Copla al cénit de la gloria. Los mejores maestros del género -Quintero, León y Quiroga entre los más nombrados- se volcaron en ella.
Su primer laurel discográfico lo consiguió en 1956 con la canción “Torre de arena”, de los maestros Manuel Gordillo, Sarmiento y Lladrés. Con esta Copla, Marifé consiguió elevarse a los primeros puestos de la popularidad, siendo este su primer disco el más vendido durante los años cincuenta. “Torre de arena” fue también el nombre de su propio espectáculo como empresaria, que durante dos años ininterrumpidos cosechó triunfos. Maravillosa la letra de “Torre de arena”. Dice en parte una de sus estrofas: “Como una flor que deshoja el viento / se va muriendo mi corazón / y poco a poco mi sufrimiento /se va llevando todo mi amor”.
Después, durante largos años, le lloverían a Marifé glorias mayores, una tras otra, sin descanso. Su discografía culminó en el 2001 con el álbum “Porque…” Paralelos a sus éxitos corrieron los premios y distinciones, en número incalculable. Los críticos y expertos musicales consideran a Marifé de Triana como “La Actriz de la Copla”. De las setecientas canciones que integran su repertorio, más de quinientas fueron estrenadas por ella, compuestas en su mayoría por Quintero, León y Quiroga.
Marifé decidió un buen día venirse a vivir para siempre a Torremolinos, la antesala del cielo. Muy querida y admirada por los torremolinenses, que la nombraron Turista de Honor en el 2003 y le dedicaron una gran avenida cerca del mar, Marifé de Triana se nombra también, justamente, Marifé de Torremolinos.
SONETO A MARIFE DE TRIANA
De la Copla eres tú la embajadora,
medio siglo prendió tu cartelera;
setecientas canciones de bandera
son tu fiel credencial regia y sonora.
De tus discos emana sin demora
del vivir la lección más placentera;
escuchándote, el alma se sincera
y se eleva al nirvana a cada hora.
Llevas, sí, Marifé, Mari de Triana,
regocijo y nostalgia en tus cantares
y al amor y al ensueño abres ventana.
Con tu voz se disipan los pesares
y vivaz la algazara se desgrana
y remonta la cresta de los mares.
(Poema de J. A. San Martín,
de su libro
“Torremolinos, mi amor, mi sol”)