Beber zumo de tomate sin sal disminuye la presión arterial y el colesterol LDL en adultos con riesgo de enfermedad cardiovascular, según un estudio que publica la revista 'Food Science & Nutrition'.
En el estudio, 184 participantes masculinos y 297 mujeres de Kuriyama (Japón) de entre 20 y 74 años de edad que tenían prehipertensión o hipertensión sin tratar recibieron la instrucción de tomar toda la cantidad de zumo de tomate sin sal que quisieran durante un año.
Al final del estudio, la presión arterial en 94 participantes con prehipertensión o hipertensión no tratados disminuyó significativamente: la presión arterial sistólica bajó de un promedio de 141.2 a 137.0 mmHg, mientras la presión arterial diastólica bajó de un promedio de 83.3 a 80.9 mmHg.
Igualmente, los niveles de colesterol LDL en 125 participantes con colesterol alto disminuyeron de un promedio de 155.0 a 149.9 mg / dL. Estos efectos beneficiosos fueron similares entre hombres y mujeres y también entre diferentes grupos de edad.
"Según nuestro conocimiento, el estudio actual es el primero en investigar los efectos de la ingesta de tomate o producto de tomate en los marcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular en el transcurso de un año y en un amplio rango de edad", escribieron los autores.
Los tomates contienen una variedad de componentes bioactivos que los producen y sus productos, incluido el jugo de tomate, beneficioso para la salud, sobre todo, el licopeno es bien conocido por su fuerte actividad antioxidante y la inhibición de la oxidación de las LDL, que desempeña un papel clave en la iniciación y el desarrollo de la aterosclerosis. Varios estudios epidemiológicos han sugerido que el licopeno podría contribuir a la prevención de la aterosclerosis y las efermedades cardiovasculares.