La nueva directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, asegura que España va a revalidar un año más su liderazgo mundial en trasplantes de órganos pero avisa de que se están alcanzando ya niveles que son "muy difíciles de mejorar" y requieren seguir innovando continuamente.
"Nos movemos ya en cifras de absoluta excepcionalidad", ha reconocido en una entrevista a Europa Press, cuando se cumple poco más de un mes de su nombramiento como sucesora de Rafael Matesanz al frente de esta institución.
En su toma de posesión oficiosa Domínguez-Gil se comprometió a conseguir que España mantuviera su liderazgo mundial en donación y trasplantes "otros 25 años más", y las cifras de lo que va de año invitan a ese optimismo ya que se superarán los 5.000 trasplantes anuales que se habían propuesto para el 2020.
Sin embargo, la directora general de la ONT admite que estas cifras están rozando su techo ya que, además, "el entorno no es favorable para la donación porque afortunadamente ha bajado mucho la mortalidad por accidentes de tráfico y por muerte cerebrovascular".
Esta situación obliga a "estar continuamente innovando, generando nuevas ideas y programas y consolidando los ya existentes", según Domínguez-Gil, que también avisa de que otra de las amenazas que deberá contrarrestar durante su mandato será evitar que el sistema se relaje. "Cuando hemos llegado a niveles de excelencia, siempre se corre el riesgo de dormirnos en los laureles", ha señalado.
Además, avisa también de que la mejora año a año no siempre se traducirá en mejores cifras de donación y trasplantes. "La estabilización ya sería un éxito, pero todavía tenemos margen para mejorar cualitativamente", ha aclarado.
En ese sentido, la directora general de la ONT ha avanzado que trabajan por mejorar la colaboración con otras unidades hospitalarias en busca de "más oportunidades de donación" fuera de las unidades de cuidados intensivos (UCI), algo en lo que ya trabajan con los médicos de Urgencias y que ahora pretenden ampliar a las de Neurología, Neurocirugía o Medicina Interna.
Asimismo, también está mejorando la donación en asistolia, que representa ya el 27 por ciento de todas las donaciones registradas en lo que va de año, y que quieren aprovechar para que sean "más multiorgánicas" y "a igual número de donantes pueda haber más pacientes que se beneficien de este gesto".
LISTA DE ESPERA MÁS ENVEJECIDA
Otro reto al que desde hace años se está adaptando la ONT es el progresivo envejecimiento de la población en España fruto del aumento de la esperanza de vida, lo que hace que también envejezcan las listas de espera de trasplante.
Para ello, utilizan estrategias para que los órganos se asignen teniendo en cuenta la edad de donante y receptor, de modo que "un órgano de edad avanzada en un receptor mayor puede funcionar muy bien y cubrirle perfectamente sus expectativas de supervivencia", según Domínguez-Gil.
De hecho, la edad del donante ha ido aumentando en los últimos años y está ya en 60,1 años de media. Además, la mitad tienen más de 60 años, el 30 por ciento más de 70 y hasta un 10 por ciento de los donantes tienen más de 80 años.
En cuanto a los receptores, varía mucho dependiendo del órgano pero en trasplante renal la edad media es de 54 años cuando en el año 2000 estaba en 47 años de media. En el trasplante hepático, los receptores tienen 53,4 años de media cuando en el año 2000 era de 49,8 años.
LUCHAR CONTRA EL TURISMO SANITARIO
Además, en su mandato también deberá seguir trabajando para combatir el tráfico de órganos y estar atentos para evitar que se repitan nuevos intentos de privatización o de turismo sanitario que buscan aprovecharse de la "excelencia" del sistema español.
De hecho, hace un año la Guardia Civil detectó un fraude a la Seguridad Social por el que varios ciudadanos de Bulgaria obtenían contratos de trabajo ficticios para someterse a tratamientos de diálisis y entrar en la lista de espera para recibir un trasplante de riñón.
Ante situaciones como ésta, la ONT está trabajando con las comunidades autónomas para elaborar una normativa que permita exigir un mínimo de residencia legal en España para acceder a la lista de espera de trasplantes, que podría fijarse en dos años, según ha avanzado Domínguez-Gil.
"No debemos presentarlo como un tema xenófobo. De hecho, en España somos muy sensibles a atender a pacientes de otros países pero no podemos asumir todos los pacientes porque nuestro sistema de trasplantes se hundiría", ha alertado.