Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y de Medio Ambiente de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) del Cabildo de Gran Canaria han esclarecido una oleada de incendios y conatos que se estaban produciendo desde el año 2010 cerca de una zona de alto riesgo forestal y afectando a la zona del Campus Universitario de Tafira, en Las Palmas de Gran Canaria.
El esclarecimiento de esta oleada de incendios se produce después de que los agentes de la BIIF entregaran a la Guardia Civil un atestado e informe técnico donde recopilaban una serie de datos procedentes de sus investigaciones, en los que apuntaban a la autoría de una sola persona como autor de 14 incidencias, entre conatos e incendios, producidos en las inmediaciones del referido Campus Universitario.
Así, con esta información el Seprona inició sus pesquisas el pasado 10 de enero de 2016, según informó la Guardia Civil en nota de prensa.
Respecto a la forma de actuación para llevar a cabo estos incendios, los agentes del BIIF comprobaron que en todas las incidencias presentaban un patrón común, que consistía en el "simple amontonamiento de residuos secos" con una posterior aplicación de un líquido, o elemento químico, para propagar el fuego rápidamente.
De esta forma, el "más grave" de esos incendios se produjo el 1 de mayo del 2013, en la zona de La Palmita, que se encuentra próxima al citado Campus, donde se quemó una superficie de 626 metros cuadrados, que afectó a vegetación diversa, tales como palmeras canarias, pitas y tuneras, dañando de esa extensión 155 metros cuadrados clasificados como suelo Rústico de Protección Paisajística, con el peligro añadido de la cercanía del Jardín Botánico Viera y Clavijo, en el Barranco de Guiniguada.
En este sentido, matizan que la propagación de cualquiera de sus fuegos, algunos a apenas 150 metros del Guiniguada, podía afectar a personas y viviendas, a lo que añaden el "potencial" de propagación del barranco hacia el suroeste y oeste, principalmente, en condiciones de calor, sequedad y viento.
La superficie potencial de un incendio en este barranco supera las 15.000 hectáreas e involucra a los municipios de Las Palmas de Gran Canaria, Santa Brígida, San Mateo y Teror, así como a los espacios protegidos de Pino Santo, Tafira, Parque Rural de Doramas y Paisaje Protegido de Cumbres, de ahí que Guardia Civil y BIIF consideraban "primordial" identificar al autor de estos fuegos.
Así, gracias al trabajo de la BIIF y de la recopilación de una serie de manifestaciones de testigos, los agentes del Seprona pudieron conocer la presunta autoría de los incendios analizados, de tal forma que el 17 de febrero se detiene a una persona, de 80 años de edad y nacionalidad española, como supuesto autor de un delito de incendio forestal y otro de daños.
La Guardia Civil recuerda que los delitos de incendios forestales, regulados desde el artículo 352 al 355 del Código Penal (Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo), prevén tanto penas de prisión como sanciones de multa para este tipo de delitos.
El investigado, junto a los informes y las diligencias originadas por las pesquisas, ha quedado a disposición del correspondiente Juzgado, en funciones de Guardia, de Las Palmas de Gran Canaria, y se le ha remitido además copia a la Fiscalía de Medio Ambiente de Las Palmas.