Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización internacional dedicada a la clonación de tarjetas de crédito en una operación en la que han sido detenidas nueve personas --en Zaragoza y Madrid-- y se ha desmantelado un laboratorio de falsificación y un taller donde fabricaban accesorios para el 'skimming'.
El fraude detectado ronda un millón de euros, si bien podría ampliarse una vez se analicen las inversiones realizadas en Rumania y España, dado que el beneficio obtenido con su actividad delictiva era invertido en la compra de viviendas, vehículos, embarcaciones y empresas. Hasta el momento se les ha intervenido dos vehículos, dos motos y una embarcación.
Además se han intervenido cuatro bocachas de cajeros automáticos, 500 tarjetas falsificadas, un arpón para retener y capturar el dinero en los cajeros, 103.00 euros, además de diverso material informático. La organización estaba asentada en Madrid y Zaragoza, con distribución internacional en Reino Unido, Rumania, Francia, Italia y Corea del Sur.
Uno de los domicilios registrados era utilizado por la banda como laboratorio de skimming, en el contaban con varios ordenadores, lectores y una impresora, otro de los pisos lo utilizaban como taller de fabricación de los aparatos necesarios para llevar a cabo esta actividad delictiva.
Los principales integrantes de esta organización --ocho personas de nacionalidad rumana y una de nacionalidad española-- residían en España y contaban con miembros en países a los que se desplazaban para llevar a cabo su actuación, principalmente concentrada en el sudeste asiático.
Las primeras indagaciones constataron que un jefe estaba al frente de la trama y controlaba al resto de los integrantes al igual que toda la actividad delictiva. Así, les indicaba la acción a desarrollar, los desplazamientos y contactos con los miembros al extranjero, la captación y el traslado de los nuevos componentes y el reparto del beneficio obtenido.
Los miembros residentes en el extranjero recibían el material desguazado 'skimming' y a los operativos desplazados que lo recomponían, para colocarlos en los bancos previamente seleccionados. Estos desplazamientos eran preparados con anterioridad por el jefe a través de miembros de Reino Unido o Italia, asegurándose así que estuviera preparado tanto el material skimming como las numeraciones de tarjetas que habían conseguido en países Europeos como Suiza, Bélgica, Francia, Alemania, Inglaterra, y también de EE.UU.
Después viajaban a los países donde operarían, principalmente del sudeste asiático (Corea del Sur, Malasia, Singapur, Sri Lanka, Kuala Lumpur, Taiwán, República Popular de China) así como a Emiratos Árabes Unidos y Dubai.
Allí les esperaban otros componentes de la organización que previamente habían inspeccionado los cajeros o entidades bancarias donde se iban a colocar el material de 'skimming' y utilizar las tarjetas de crédito para realizar extracciones de dinero.
DOBLE MIGRACIÓN
De esta manera se llevaba a cabo una doble migración: llevaban datos de tarjetas copiadas en Europa o EE.UU. que utilizaban para realizar extracciones en los cajeros del país, al tiempo que instalaban material de 'skimming' en los cajeros con los que obtenían los datos de las tarjetas y una vez copiados las traían a Europa o enviaban a EE.UU. para su uso.
Una vez realizada la actividad ilegal de sacar dinero de los cajeros con las tarjetas que portaban y obtener los datos de tarjetas con el material de skimming retornaban a España donde procedían al reparto del beneficio obtenido bajo las instrucciones del jefe.