Los alumnos han perdido en torno al 13 % del aprendizaje de un curso por la situación de la pandemia, un problema que se ha concentrado en los centros públicos y en los alumnos con mejores resultados, según el primer estudio español que analiza esta cuestión y que refleja un impacto menor en nuestro país respecto a otros países de la OCDE.
Con motivo del segundo aniversario del cierre de los colegios, la Fundación Cotec y el Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol han difundido hoy esta investigación, que contiene dos estudios: “Pérdida de aprendizaje tras un año de pandemia” y “Covid-19 y Educación: Políticas y prácticas para afrontar la pérdida de aprendizaje”.
El análisis se ha hecho a partir de datos de estudiantes de 4º de Primaria y 2º de ESO del País Vasco y sus conclusiones se pueden extrapolar al resto del territorio, explica a EFE Lucas Gortazar, director de Educación de EsadeEcPol, un laboratorio de ideas.
Entre las conclusiones más relevante, según el investigador y asesor del Banco Mundial, figura que la pérdida de aprendizaje en España es menor que en otros lugares, "aproximadamente la mitad". "La reapertura de los centros en todas las comunidades autónomas ha paliado en parte las consecuencias devastadoras del confinamiento".
Así, España es el cuarto país de la OCDE con menos días de cierre escolar en mayo de 2021, 14 meses después del comienzo de la pandemia.
Otro resultado relevante es que los alumnos han perdido en torno al 13 % del aprendizaje de un curso debido a la crisis sanitaria y que ello ha afectado más a los centros públicos y a los alumnos con mejores resultados.
Sobre esto último, explica que no han podido determinar si el deterioro emocional de los alumnos se debe a que iban peor en la escuela y ello les ha afectado a nivel psicológico o, por contra, se encontraban mal a consecuencia de la situación de la pandemia y eso ha repercutido en su rendimiento.
En términos de bienestar del alumnado y actitudes hacia la escuela, "el alumnado socialmente más desfavorecido, aquel con un menor nivel de aprendizaje previo y los chicos sufrieron un deterioro mayor de su bienestar socioemocional durante la pandemia".
El estudio, destaca Gortazar, parte de evaluaciones externas de diagnóstico hechas por el Instituto Vasco de Evaluación Investigación Educativa y de datos sobre el efecto de la pandemia sobre el bienestar del alumnado, con lo que se relaciona, por primera vez en una investigación científica, la pérdida de aprendizaje y el bienestar socioemocional del alumnado.
EL NIVEL SOCIOECONÓMICO DEL ALUMNO NO EXPLICA LAS DIFERENCIAS
Los centros de titularidad pública concentran la mayor parte de la pérdida de aprendizaje, independientemente de su nivel socioeconómico. Dentro de los concertados, aquellos con un nivel previo más bajo también presentan pérdidas de aprendizaje significativas.
"Es algo que nos sorprendido. Las diferencias tienen más que ver con las escuelas donde cursan sus estudios los estudiantes que con su origen socioeconómico", subraya el asesor del Banco Mundial.
Entre alumnado del mismo centro, se observa una reducción de la desigualdad en los resultados dentro de la escuela, puesto que los niños con mejores resultados en 4º de Primaria exhibe una pérdida de aprendizaje mayor que aquellos que tuvieron peores resultados.
Los resultados también muestran pérdidas de aprendizaje importantes para estudiantes de 2º de ESO en Euskadi en marzo de 2021, un año después del cierre escolar.
Esto puede ser resultado de las medidas de compresión curricular que se adoptaron durante el confinamiento y la reapertura, añade.
Para poder medir de forma precisa la pérdida de aprendizaje, el estudio analiza al estudiante en dos momentos del tiempo, 4º de Primaria y 2º de ESO, en evaluaciones de distintas competencias.
Se compararon los resultados de las competencias de Euskera, Castellano y Matemáticas de la cohorte anterior a la COVID-19 (que participó en la prueba de 2015 para 4.º de Primaria y la prueba de 2019 para 2.º de ESO) con los resultados de la cohorte de estudiantes que realizó el examen de 2.º de ESO en marzo de 2021 (y de 4.º de Primaria en 2017).
La diferencia entre las dos cohortes es que una estuvo expuesta a la COVID-19 y el cierre escolar antes de realizar las evaluaciones de 2º de ESO, y la otra no. Los datos de 2021 para la cohorte de tratamiento reflejan por tanto la foto de la pérdida de aprendizaje un año después del cierre escolar, y también el impacto combinado del cierre y la reapertura de las escuelas en el curso 2020/21 durante 6 meses, entre septiembre 2020 y marzo 2021.