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Viernes 19/04/2024  

Sindéresis

Arde Irán

Las mujeres están quemando sus velos y cortando su pelo en la calle, se están manifestando a riesgo de sus propias vidas, acompañadas de algunos hombres

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En Irán, y otros países musulmanes, existe una policía de la moral dedicada a someter la voluntad y el disfrute popular por orden del Corán y de las autoridades administrativas, con capacidad para detener personas si incumplen públicamente algún precepto religioso, y que hace unos días mataron a golpes a la joven kurda Mahsa Amini por llevar el velo mal puesto. Las protestas se han sucedido en Irán y otros países con una censura sangrienta parecida. Las mujeres están quemando sus velos y cortando su pelo en la calle, se están manifestando a riesgo de sus propias vidas, acompañadas de algunos hombres. Solo en Irán se cree que en la represión de las manifestaciones las autoridades ya han matado a 50 personas y arrestado más del triple.

Yo, a título personal, me cago en el relativismo cultural que justifica este tipo de aberraciones. Y me cago en las costumbres, más allá de religiones, que son interpretativas. Quiero definir con claridad que estoy hablando de costumbres, porque eso es el sometimiento de la mujer, una enorme costumbre agarrada en estos países, como pasó en el nuestro, no solo a la inercia cultural, sino a la administración pública y a la misma ley. La ablación genital femenina, por ejemplo, no es un problema musulmán; es un problema de África y, por lo que sé, más antiguo que el profeta Mahoma.

Todas las personas feministas del mundo, y me atrevería a decir que todas las personas con un mínimo de sangre de mamífero en las venas, estamos ahora mismo con las mujeres de Irán, a su lado, de su parte, sintiendo su rabia y su dolor, y creo que incluso los abrazafarolas de derechas que intentan criticar a Podemos a raíz de estos hechos, no sé en base a qué, la mayoría, está de parte de las mujeres iraníes. El velo no puede ser jamás una elección personal si la otra opción es la cárcel, el látigo o la muerte. Ahora bien, que el mezquino de José Manuel Soto utilice este asunto para decir que la caída del sangriento régimen iraní sería una mala noticia para Podemos no voy a consentirlo. Soto dijo que, si solo sí fuera sí, muchos no habríamos nacido. Un tío que dice eso no está a favor de la libertad de las mujeres, está a favor de que las mujeres sean sometidas sexualmente y al hombre le importe poco si quieren o no quieren tener sexo. Podría afirmarse que está a favor de la violación, pero yo no soy tan deshonroso como él, y le voy a dar el margen de la duda, porque seguro que se expresó mal buscando un titular que atacase directamente a Irene Montero.

No creo que sea justo ni noble insinuar que esté casi admitiendo que él fue fruto de una relación sexual no consentida. Lo que sucede es que, en ocasiones, a uno le entran ganas de decirlo, sobre todo viendo con la iletrada desvergüenza con la que se comporta en redes sociales, producto sin duda de la escuela de Whatssap de VOX de la que es discípulo, su única escuela, por lo que parece en base a sus carencias culturales obvias.

Ver a un tío como Soto, el pederasta Sánchez Dragó o Marcos de Quinto usar el Whatssap es como ver a un cavernícola poner la carne directamente sobre la vitro. Es demasiada exposición; no abandonéis la carne cruda, el codo en la barra, lo vuestro.

Irán arde, como debe ser, porque Irán necesita una revolución; ojalá fuera pacífica, pero cuando un dictador se agarrapata en el poder es muy difícil que ceda; en España lo sabemos bien. En este duelo de coches en sentidos opuestos solo un coche se saldrá de la carretera. Si es el de las mujeres, lloraré, pero consolado en la idea de que la próxima vez será un camión, y el dictador Alí Jamanei será barrido por la historia. Por las mujeres. Que vivan las mujeres valientes, carajo. Que vivan las mujeres libres de Irán.   

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