La
quinta ola comienza a remitir en la provincia de Sevilla arrojando datos significativos sobre la incidencia del virus, ya que
sólo el 3,3% de los contagiados desde junio, que se han elevado hasta el viernes a los 37.240,
ha tenido que ser hospitalizado, frente a tasas superiores
al 7% de las tres anteriores olas, mientras que la
mortalidad por número de contagiados
se ha reducido al 0,4%, que ya se quedó en el
0,6% en la anterior ola, cuando ya se había vacunado a la población de las residencias y a la práctica totalidad de los mayores de 80 años.
Los datos ofrecidos por el
portal Covid sobre las
cinco olas en las que la Junta de Andalucía y la Consejería de Salud dividen la pandemia de coronavirus en nuestra comunidad permiten observar cómo la
vacunación, además de las
medidas de control del virus y la implantación de diferentes
tratamientos y técnicas médicas específicas, han permitido
reducir drásticamente la incidencia de la enfermedad en la población contagiada.
Así, en la
provincia de Sevilla, que ya se encuentra con una tasa por debajo del riesgo extremo pero con la capital aún por encima de los 250 casos por cada cien mil habitantes, esta
quinta ola que aún no ha terminado ha
contagiado a 37.240 sevillanos, lo que supone el
21,6% de todos los positivos confirmados desde que comenzó la pandemia y superior a la
cuarta ola, en la que se alcanzaron los 33.305, el 19,3% del total, que cubre desde el 8 de marzo de 2021 al 20 de junio, cuando comienza oficialmente la actual.
De esos datos se desprende que
sólo el 3,3% de los contagiados en esta quinta ola han terminado siendo ingresados en un hospital, con un total de 1.235 pacientes (el 10% del total, 12.285 hasta el viernes), mientras que
sólo el 5,5% de esos enfermos hospitalizados han terminado en cuidados intensivos, con un total de 68 de los 1.194 en total. Estas cifras suponen una
reducción de más de la mitad con respecto a la cuarta ola, en la que la cifra de
hospitalizaciones por contagio llegó al
7,5% y la de
críticos con respecto a ingresados alcanzó el
11,2%.
La
tercera ola, de diciembre de 2020 a marzo de 2021, con
43.213 contagiados confirmados (el 25% del total), terminó con el
7,18% de esos positivos
ingresados en los hospitales, y el
9,4% de ellos en las
UCI, mientras que en la
segunda, de mayo a diciembre de 2020, con la mayor cifra de contagios y el periodo más extenso, dejó
56.154 positivos (el 32,5%), de los que el
7,5% terminó hospitalizado y el 9,4% de estos pacientes en las
UCI.
La
primera ola, en la que las
pruebas de Covid eran mínimas, los
contagios se elevaron a 2.447 pero el
49,1% de ellos terminaron en el hospital, donde sí les hacían los test de confirmación de coronavirus, y el
12,7% de ellos tuvieron que ser atendidos en las UCI.
Mortalidad en descenso
De igual forma, la
mortalidad por contagio ha ido
descendiendo de forma progresiva en las sucesivas olas, de forma que en esta
quinta ola que aún estamos sufriendo sólo han fallecido el
0,4% de los pacientes a los que se les ha detectado el virus (hasta el viernes 153, aunque hay que sumarles tres más el sábado), dos puntos menos que en la
anterior ola, en la que fallecieron 283 personas, el
0,6% de los contagiados.
En la
tercera, el porcentaje de
fallecidos sobre contagiados fue del
1,49%, con un total de 644 sobre 43.213 positivos, mientras que en la
segunda el porcentaje se elevó al
1,6%, 909 decesos frente a 56.154 casos confirmados. La comparativa es algo irreal en el caso de la
primera ola, puesto que el porcentaje de decesos con respecto a los positivos es del
11,85%, 290 fallecidos oficiales frente a los 2.447 casos confirmados.
Las olas más graves
Los datos objetivos reflejan que la llamada
segunda ola, que duró seis meses, de junio a diciembre de 2020, es la que más incidencia tuvo, ya que aglutinó el
32,5% de contagios (56.154 de los 172.359 totales hasta el viernes); el
34,3% de hospitalizaciones (4.220 de 12.2985); el
33,3% de los pacientes críticos (398 de 1.194); y el
41,3% de decesos (909 de 2.198).
Sin embargo, el hecho de que sólo se detectaran los contagios con síntomas en la
primera ola, reflejan una
mayor incidencia en esa población afectada: el
49,1% de los contagiados entre marzo y mayo de 2020 terminó en el
hospital; el
6,2% de esos ingresos tuvo que estar en UCI y el
11,8% de los positivos falleció por coronavirus, a pesar de que el
número de contagios sólo fue el 1,4% de la población total contagiada, sólo supuso el
9,7% de los ingresos hospitalarios de los que el
12,8% terminó en las
UCI, y los
fallecidos representan el
13,7% del total de las víctimas por coronavirus.
Eso sí, en esa
primera ola hubo
más decesos que los registrados en la
cuarta ola (202) y en esta
quinca ola (153);
más hospitalizaciones que en la cuarta (1.202 frente a 1.050); y
más pacientes críticos que en la quinta (sólo 68).