Los profesionales de los equipos de trasplante cardiaco del Hospital Universitario Virgen del Rocío han llegado a los 500 trasplantes de corazón, gracias a la solidaridad de todas las familias que han accedido a la donación de órganos de sus fallecidos.
El 6 de enero de 1991 fue la fecha del primer trasplante cardíaco que se hizo en el hospital sevillano. El equipo de entonces estaba liderado por los doctores Ordóñez y Gil Fournier. Desde 2007, el doctor José Miguel Borrego dirige un equipo de cirujanos, cardiólogos, anestesistas, intensivistas, profesionales de laboratorio móvil, microbiología, inmunólogos, auxiliares de clínica, personal de enfermería, celadores, personal de limpieza, y muchos más profesionales que con su trabajo hacen posible cada día el milagro de la vida.
Así, en estos 20 años de actividad, han incrementado el número medio de trasplantes anuales realizados en el hospital sevillano, a la vez que han reducido la estancia media que requiere el paciente hasta que recibe el alta. Este aumento ha sido motivado principalmente por una mayor generosidad de la población que dice sí a la donación de órganos y tejidos. En este sentido, los diferentes coordinadores de trasplantes han realizado una encomiable labor en la promoción de la donación y en el abordaje de situaciones de alto estrés, ofreciendo ayuda a las familias de donantes.
Los avances durante este periodo han venido también de la mano nuevos fármacos inmunosupresores que hacen posible que haya bajado la tasa del rechazo del órgano.
Otros cambios significativos han sido el empleo de corazones artificiales en pacientes adultos con insuficiencia cardiaca que se encontraban en lista de espera para someterse a un trasplante cardiaco. El corazón artificial supone, por tanto, un 'puente' al trasplante cardiaco y una esperanza para las personas que poseen una patología grave y que tienen dificultades para poder recibir un trasplante a corto plazo. En los últimos años se han realizado más de 200 asistencias ventriculares en sus diversos tipos, siendo el Hospital Virgen del Rocío uno de los hospitales españoles con más experiencia acumulada en esta técnica.
Las indicaciones fundamentales son dos y en ambos casos revelan esta técnica como transitoria: tras aparecer una contraindicación temporal como la hipertensión arterial pulmonar mientras el paciente se encuentra en lista de espera para un nuevo órgano y como puente a la recuperación tras padecer un fallo cardiaco reversible a medio plazo -en casos de miocarditis aguda o miocardiopatía postparto, por ejemplo-. Por ello, el perfil de quienes pueden beneficiarse de este sistema de bombeo artificial es el de personas muy seleccionadas con insuficiencia cardiaca terminal que han recibido otros tratamientos sin éxito y mantienen la indicación de trasplante.
El trasplante de corazón, no obstante, sigue siendo la opción terapéutica más beneficiosa para estos pacientes, y la Coordinación de Trasplantes seguirá trabajando en la promoción de la donación de órganos y tejidos.