La semana que viene arranca la prueba de fuego en la
Universidad. Comienzan los
exámenes finales de este atípico curso que, con las instalaciones académicas cerradas a cal y canto desde la declaración del estado de alarma, tendrán que celebrarse de manera telemática.
Toda una revolución en una institución con cientos de años de clases presenciales, y magistrales, a sus espaldas. En el caso de la Universidad de Sevilla, son
4.686 los grupos de asignaturas que se han acogido a la adaptación cien por cien telemática, lo que significa que
el 97% de los exámenes que se realizarán este mes de junio serán online.
Desde el grupo de asesores creado en la Hispalense para la docencia y evaluación online se planteó a los docentes la
realización de simulacros de esas pruebas de evaluación a fin de comprobar cómo funcionan y para pulir incidencias que pudieran detectarse. Esos simulacros se están haciendo en esta semana (desde Derecho a Medicina, Farmacia e Ingenieros, donde incluso ya ha habido exámenes reales) y la información recabada por la comisión asesora es que
han salido “bien” y que “en todo momento,
se han garantizado las medidas de seguridad”.
Manuel Dorado,
vicedecano de la Facultad de Medicina, confirma que
no ha habido “problemas técnicos” en la plataforma Blackboard (la que usa la Hispalense) y que se han probado todas las posibilidades de evaluación que ofrece:
desde exámenes tipo test, a preguntas cortas y de redacción. La plataforma ofrece
incluso la opción de que el examen sea manucristo. “El alumno elabora su examen en papel, mediante una aplicación hace una foto y lo transforma en PDF para después subirlo a la plataforma”, aclara Manuel Dorado.
La capacidad técnica de la plataforma también se ha probado con las defensas de los Trabajos Fin de Grados, en las que los alumnos tienen que hacer una exposición individual. En el caso de Medicina, 350 alumnos tienen que pasar por este trámite. En la plataforma sólo pueden entrar los estudiantes con sus credenciales y para cualquiera de las pruebas tienen que mostrar su DNI y estar conectados en todo momento. ¿El modo online ha venido para no irse? “Esto es circunstancial. La Universidad tiene que ser presencial porque proporciona una experiencia social que hay que mantener”, apostilla Dorado.