El rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, no quiere entrar en el cuerpo a cuerpo con los estudiantes que se han aglutinado en torno a la etiqueta en redes sociales #QuemadUS. Prefiere centrarse en el “silencio” de los que, con “carácter general”, han actuado de manera “responsable”. Pone como ejemplo de este comportamiento la respuesta a la convocatoria de bonos digitales para garantizar que nadie en la Universidad de Sevilla tiene dificultades para continuar con su formación en este estado de alarma que ha suspendido de golpe la vida diaria académica e investigadora. “De una comunidad de 60.000 estudiantes no hemos recibido más de 900 peticiones”, aclaró ayer el rector en la entrevista que le hizo el periodista y presentador de Acento Andaluz en 7TV Andalucía, Fernando Pérez Monguió.
Castro sí reconoció que el “punto más débil” de toda la cadena universitaria es el estudiantado, por lo que empatizó con las “tensiones” de las últimas semanas, achacables, según el rector, a la “incertidumbre de un momento extraordinariamente complejo”. Castro reclamó “unidad” en torno al proyecto universitario y apuntó: “El patrimonio más grande que se tiene es el título que se obtiene en la Universidad. Salvaguardemos el nombre de la Universidad de Sevilla”, exhortó, después de reconocer que se han producido entradas masivas en los servidores universitarios con el fin de “tumbar las máquinas para que no funcionen”. Me parece absolutamente desenfocado. No entiendo tirar la nave en la que tenemos que navegar”, apostilló.
Sobre el agujero económico que está provocando la crisis del coronavirus y su posible efecto sobre los presupuestos universitarios de los próximos años, el rector de la Universidad de Sevilla fue tajante: “No volvamos a repetir los errores del pasado. Es el momento de creer en la Universidad más todavía. Lo contrario sería un error histórico”, poniendo como ejemplo de apuesta por el futuro los proyectos de la Hispalense en el Puerto de Sevilla, con un centro de innovación, y en el norte de Cartuja, un proyecto que presentó en campaña electoral Castro. Elecciones que, por cierto, están pendientes de la votación final por parte del Claustro. Estaban previstas para el 19 de marzo y el estado de alarma se anunció el 13 de ese mismo mes.
Para Castro la fórmula para salir de esta crisis pasa por más innovación, cuya fábrica está en las aulas universitarias: “O se confía en la Universidad o la sociedad tendrá poca esperanza de futuro”. El rector de la Hispalense aclaró, nuevamente, que el 95% de las asignaturas de la institución terminarán en modo online, frente a una "pequeña minoría" que hará exámenes presenciales.