El tiempo en: San Fernando
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Andalucía

Ecologistas piden revocar la reapertura de la mina de Aznalcóllar

Es una petición de las cinco principales organizaciones ecologistas de España, al cumplirse veinte años del desastre

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Los representantes de la organizaciones ecologistas. -
  • Consideran que la reapertura de la mina supone una "espada de Damocles" para Doñana

Las cinco principales organizaciones ecologistas de España (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF) han pedido a la Junta de Andalucía a que revoque la reapertura de la mina de Aznalcóllar para que no se repita la catástrofe sufrida hace veinte años.

Los máximos dirigentes de estas organizaciones exigieron este martes una revisión de oficio de la adjudicación a la multinacional Grupo México, calificada de "claramente irregular" por Francisco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción, que se investiga por la vía penal y que supone una "espada de Damocles" para Doñana, en palabras del secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo.

Segura y otros dirigentes ecologistas denunciaron que la adjudicación se realizó mediante una red de empresas interpuestas, lo que dificultaría la exigencia de responsabilidades al Grupo México, con total opacidad, y sin que ni siquiera se haya debatido en el Consejo de Participación de Doñana, como es legalmente preceptivo.

Segura e Isidoro Albarreal, de Ecologistas en Acción Sevilla, denunciaron que la reapertura de esta mina, que en abril de 1988 causó el mayor desastre ambiental minero de España, se acordó antes de conocerse el estudio de impacto ambiental, la autorización ambiental y el plan de restauración de la mina.

Alertaron de que Grupo México pretende extraer catorce hectómetros cúbicos de lodos contaminados de la corta de Los Frailes, donde quiere extraer el mineral, y verterlos al río Guadiamar, un volumen muy superior a los seis hectómetros cúbicos que causaron el desastre ambiental de 1998.

Además, la mina requerirá una "tremenda demanda de agua", cuyo origen se ignora, y los restos del mineral extraído se verterían en la cercana corta de Aznalcóllar, que ya almacena los lodos retirados del Guadiamar tras el desastre ecológico de 1998, lo que aumentaría la amenaza ecológica sobre el Guadiamar, principal río de Doñana.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN