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Sevilla

Cabrero facilitará desde la Macarena el cambio de la Madrugá

José Antonio Fernández Cabrero ha ganado las elecciones en la Hermandad de la Macarena con 2.058 votos frente a los 1.732 de Santiago Álvarez Ortega

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José Antonio Fernández Cabrero se convertirá en el nuevo hermano mayor de la Hermandad de la Macarena tras ganar las elecciones más concurridas de la historia de la corporación de la Madrugá. 3.839 votos se registraron durante la jornada de este domingo, de los cuales 2.058 votos refrendaron la victoria de Fernández Cabrero, frente a los 1.732 que registró la candidatura del hasta entonces teniente hermano mayor, Santiago Álvarez Ortega.

Todo un sorpasso del candidato santanderino ante el teórico favoritismo de Santiago. Un triunfo que deparará en acciones y decisiones decisivas para asuntos concretos como la solución de la Madrugá, los restos de Queipo de Llano o la "no" salida extraordinaria de la Macarena en 2020.

El pasado jueves, Cabrero anunció en El Programa de Ondaluz Sevilla que la Macarena tendría que "dar ejemplo" en la jornada y ser "la primera" en ofrecer soluciones. Todo hace pensar que esta llegará en forma de cambio de recorrido, modificando su actual itinerario para regresar por Puente y Pellón en vez de por Cuna y la Anunciación. 

Sobre los restos del militar Gonzalo Queipo de Llano, el electo hermano mayor "respetará" la ley de la memoria histórica para tomar una decisión. "Hablaremos con la familia y los hermanos", decía.

Y en el caso de la presunta procesión extraordinaria en el año 2020 con motivo del 425 aniversario fundacional, Cabrero dice tajantemente "no" a una salida de la Virgen de la Esperanza. "Queremos abrir el camarín de la Virgen durante todos los días de este excepcional año. Así todos la podrán ver más cerca que incluso en la calle", destacó.

Todo ello, unido a la intención de que la cofradía regrese a la basílica a la una de la tarde del Viernes Santo, recortándole al menos dos horas al recorrido actual. La ejecución de un columbario, pero sin levantar el suelo y ni mucho menos generando 10.000 tumbas cinerarias. O multiplicando en un 50 por ciento el presupuesto anual destinado a obras asistenciales, pasando del 400.000 a los 600.000 euros.

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