El Comité de Empresa del Ayuntamiento de Sevilla junto a las secciones sindicales de CCOO, UGT, CSIF y CGT ha llevado a cabo una concentración en Plaza Nueva para reclamar al Gobierno Municipal una solución definitiva a la problemática de los Puntos de Información a la Mujer (PIM).
Los PIM tienen una andadura de casi diez años, pero desgraciadamente es habitual que en torno a los últimos meses del año y con independencia del color político que gobierne, siempre exista la certeza de que el contrato de trabajo de quienes desempeñan sus labor en estos puntos finalizará en diciembre.
Según los sindicatos esta situación provoca que “más allá de una evitable precariedad laboral de los trabajadores y trabajadoras, esta situación de incertidumbre suponga la imposibilidad de prestar un servicio que asentado en el tejido social de los barrios requiere tener garantizada su continuidad. En un país como el nuestro en el que 34 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, una de las últimas además de la provincia de Sevilla, creemos que los recursos para estas y sus hijos e hijas deben cuidarse de manera muy especial, promoverse y mejorarse”.
Vanesa Casado, delegada sindical de CCOO en los PIM subraya que “estos puntos vienen desempeñando la importante tarea de atender, entre otras, a las mujeres victimas de violencia de género, sabiendo que cesan la actividad cada 31 de diciembre y con reducción horaria”. “Esta precariedad en la configuración viene siendo tradición”, asegura Casado, que insiste en que “el feminismo, o se hace con recursos, o se corre el riesgo de crear expectativas difíciles de cumplir para colectivos especialmente vulnerables”.
Ante esta situación, la secretaria de Mujer de CCOO de Sevilla, Sara de los Reyes, ha instado a la delegada de Igualdad del Ayuntamiento de Sevilla, Myriam Rodríguez, “a resolver de forma urgente la problemática que vienen arrastrando los PIM desde la pasada legislatura”. Según de los Reyes “es inaceptable que cada año nos enfrentemos a la inestabilidad de los profesionales y de un servicio tan necesario para la ciudad de Sevilla”. “El hecho de que las y los profesionales que atienden casos de violencia de género puedan cambiar rompería unos lazos de confianza entre la mujer y quien la atiende que sería muy difícil de volver a generar en casos especialmente sensibles y obligaría a retrasar la atención a las mujeres que han sufrido violencia machista”.