La entidad conservacionista Adepa ha abierto otro debate patrimonial, esta vez, en torno a las posibles demoliciones parciales que podrían llevarse a cabo en el mercado de la Puerta de la Carne, edificio propiedad municipal y declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
“Si en tal mal estado está este edificio como también lo está la antigua comisaría de la Gavidia por qué se quiere mantener un edificio y el otro no?, se preguntan desde Adepa que, por ahora, se mantienen “expectantes” ante la decisión de la Comisión de Patrimonio que es quien debe autorizar ese posible derribo.
Y es que la UTE concesionaria ha solicitado realizar una serie de demoliciones parciales y la posterior reconstrucción de los elementos demolidos debido al mal estado de la estructura del inmueble que amenaza con vernirse abajo en cualquier momento. Estos derribos parciales, tal y como adelantó este jueves Viva Sevilla, están supeditados al visto bueno de la Comisión de Patrimonio, que sólo los autorizaría después de que la concesionaria presentara un informe técnico exhaustivo del estado del edificio que certifique el estado irrecuperable de la mayor parte de su estructura, y de que ese dictámen vaya avalado por la Gerencia de Urbanismo.
El segundo punto que cuestiona Adepa es que, si finalmente se lleva a cabo el derrivo, ¿qué quedaría de interés patrimonial en el edificio? Para Joaquín Egea, presidente de la entidad conservacionista, derribar un edificio “no es conservación del patrimonio”. “Si un edificio se derriba casi entero ya no es un BIC”, manifestó Egea.
La actitud de Adepa con respecto a esta otra “nueva historia interminable” es la de mantenerse a la espera. “No sabemos hasta dónde llegará la Comisión de Patrimonio con todo este asunto. Estamos pendientes de la decisión que se tome para adoptar una postura al respecto”, señaló Egea.
Y esta postura pasaría en todo momento por denunciar la inacción de los dueños del inmueble (el Ayuntamiento) “ya que si este edificio se tiene que derribar no es por agotamiento de su estructura sino por su estado de abandono”, señaló Egea. “Si el edificio está mal y se tiene que demoler, que así sea. Luego ya se verá quien ha sido el responsable de tener que llegar a esta situación, tras diez años de abandono del edificio, y quien es el responsable de la decisión”, finalizó.
