La Policía ha encontrado vídeos e imágenes de carácter sadomasoquista a un hombre de 46 años que está preso acusado de una agresión sexual y homicidio en un parque de Sevilla por causar la muerte, con los abusos, a una mujer que estaba aletargada debido a las pastillas que ingirió para suicidarse.
En el análisis del ordenador y de otros elementos informáticos del acusado, F.M.S., los agentes han localizado algunas imágenes sexuales de contenido sadomasoquista que habría descargado de internet.
Parte del contenido estaba borrado del ordenador del detenido, aunque los agentes han podido rastrear el historial de sus búsquedas y han encontrado esas imágenes, según han informado a Efe fuentes judiciales.
El hallazgo de los policías se suma a la denuncia puesta hace diez años por su actual pareja, que ella luego retiró y que, en su declaración como testigo ante el juez, atribuyó a un episodio puntual.
En la denuncia, la mujer, que cambió ante el juez la versión que ofreció ante la Policía sobre la hora en la que el hombre llegó a su casa, dijo que su pareja le drogó, y cuando estaba aletargada, la desnudó, pintó y le hizo fotografías.
Además, los agentes han determinado que en varias dependencias de la casa había restos de sangre, lo que pudieron comprobar con pruebas científicas a pesar de que el acusado las había limpiado.
Ante el juez de instrucción 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, han declarado hasta ahora catorce testigos, entre ellos amigos personales de la víctima, una hermana y los trabajadores del parque de María Luisa de Sevilla que encontraron el cadáver la mañana del 24 de febrero pasado, y están citados dos más.
La mujer del parque de Sevilla falleció desangrada por los abusos que sufrió en el parque mientras estaba aletargada por los medicamentos que tomó para suicidarse, que no le hubieran causado la muerte.
Los trabajadores del parque que encontraron a la mujer han explicado que a las 09.00 horas del 24 de febrero la vieron sentada y acurrucada en un banco de la glorieta Juanita Reina, y han añadido que cuando la tocaron y le hablaron no reaccionó y cayó hacia un lado, tras lo cual llamaron al 061, que certificó su muerte.
Después llegó la Policía, que encontró en su bolso una nota anunciando su suicidio, tras lo cual, a las 12.00 horas, ordenaron que la zona se limpiara, según han explicado los testigos.
En el entorno del banco había varios pañuelos de papel, algunos con restos de sangre, que fueron retirados por los operarios del parque, aunque una trabajadora precisó que guardó ocho en una bolsa aparte del resto de basura "para no contaminar las pruebas".
De hecho, el análisis del ADN de esos pañuelos, que se recuperaron del contenedor, fue una de las pruebas esenciales para detener al único acusado en el caso.