Un jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de un delito de asesinato a Jonathan S.V. por atropellar mortalmente con su vehículo a un joven el día 22 de febrero de 2014 en la acera de la avenida Montes Sierra de la capital hispalense, según han informado a Europa Press fuentes del caso.
En un veredicto hecho público en la tarde de este martes en la Audiencia Provincial de Sevilla, el jurado ha considerado probado por unanimidad que el acusado "impidió cualquier tipo de defensa" por parte de la víctima y lo atropelló "de forma sorpresiva" cuando andaba por la acera "con la intención de acabar con su vida".
De este modo, y según el veredicto, el imputado habría circulado hasta 26 metros por encima de la acera hasta "arrollar" a la víctima "pasándole el vehículo completamente por encima", hechos que se produjeron a una distancia de 177 metros del bar 'La Trocha', donde ambos tuvieron un incidente previo.
Asimismo, los miembros del jurado popular han declarado no probado que el acusado actuara bajo los efectos del alcohol ni que atropellara a la víctima en una actitud de arrebato u obcecación después de que el fallecido le apuñalara en el cuello con una botella de cristal, así como que colaborara con la Policía.
Las mismas fuentes consultadas por Europa Press también han señalado, en esta línea, que el jurado considera que el ingreso de 44.000 euros que realizó el acusado antes del juicio, y que llevó a su abogado a alegar la atenuante de reparación del daño, tenía como único fin "obtener una reducción en la responsabilidad de su conducta y no disminuir los efectos de su acción".
Los miembros del jurado se han mostrado, además, desfavorables a que, en la sentencia, se pueda proponer al Gobierno la concesión del indulto total o parcial para el procesado.
LA DEFENSA PIDE LA PENA MÍNIMA
Una vez hecho público el veredicto del jurado, la Fiscalía ha solicitado para Jonathan un total de 20 años de cárcel por un delito de asesinato, mientras que el letrado de la defensa ha pedido que se le imponga la pena mínima en relación a los hechos que han sido declarados probados.
Cabe recordar que, durante su declaración en el juicio, el imputado reconoció los hechos pero aseguró que lo hizo tras beber siete cervezas y diez copas de ginebra y después de que la víctima le clavara una botella de cristal en el cuello. "Me volví loco, yo no era yo", afirmó.
Tras pedir perdón a la familia del fallecido y expresar su "total arrepentimiento de corazón" por lo sucedido, Jonathan relató que salió sobre las 22,00 horas del 21 de febrero de su casa y se dirigió a un bar de Sevilla Este donde bebió "seis o siete" cervezas, tras lo que pasada la medianoche se trasladó al bar 'La Trocha', en la avenida Montes Sierra, ya que su novia trabajaba allí de camarera, establecimiento en el que consumió "ocho o diez" copas de balón con ginebra.
"Estuve toda la noche bebiendo", indicó Jonathan, quien negó que mantuviera una discusión en el interior del bar con el fallecido, quien "estaba un poco pasado de vuelta, tonteando y molestando a las mujeres", por lo que el portero del bar lo expulsó y echó las persianas metálicas para continuar la fiesta dentro. "Yo estaba bastante bebido y le metí un guantazo", dijo.
"VOLANTAZO"
A continuación, y según su relato, la víctima volvió y se puso a "aporrear" la persiana metálica, por lo que el imputado salió y, en ese momento, el fallecido le "apuñaló" con una botella de cristal en el cuello con la intención de "matarle", por lo que, seguidamente, cogió su vehículo --en el que se montaron otras tres personas, entre ellas el portero del bar-- para ir al hospital y, en ese trayecto, se encontró con el fallecido y dio un "volantazo", lo que ocurrió sobre las 7,00 horas, a poco menos de 200 metros del bar.
"Estaba todo loco, me estaba muriendo, echando mucha sangre y quería ir al hospital", puso de manifiesto durante su declaración Jonathan, quien agregó que "no estaba bien" y que se encontraba "atacado de los nervios", motivo por el que, tras producirse el atropello, no se bajó del vehículo para auxiliar a la víctima.
De igual modo, y una vez ocurridos los hechos, el acusado aseguró que colaboró con la Policía a pesar de que "no estaba imputado", a lo que se suma que el pasado viernes depositó en la cuenta de consignaciones de la Audiencia hasta 44.000 euros para reparar el daño provocado. "He dado todo lo que tenía", añadiendo, para finalizar, que "sin alcohol y sin la puñalada, yo no estaría aquí hoy supongo".