El PP de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) va a volver a mantener, en esta semana, encuentros con las distintas formaciones políticas de la ciudad pero, ante la "incertidumbre y preocupación reinantes entre los alcalareños" por la posibilidad de que los partidos no se pongan de acuerdo y permitan al actual alcalde en funciones, el socialista Antonio Gutiérrez Limones, volver a recuperar la Alcaldía, los 'populares' han asegurado que "su compromiso con Alcalá no tiene límites y asumirán su responsabilidad dentro o fuera del gobierno del cambio".
En un comunicado, el partido ha asegurado ser "consciente" de que "el reto que se les plantea a los distintos partidos políticos de la ciudad es enorme", de modo que formaciones con distintas ideologías, "antagónicas en algunos casos", puede ser "motivo más que suficiente para que alcanzar un acuerdo entre ellas se antoje como algo más que complicado".
Sin embargo, el PP asegura que lo tiene "meridianamente claro". "Son más las razones que unen a los partidos que las que los desunen", han anunciado desde el partido. Tras las primeras rondas de encuentros, a excepción del PSOE, el denominador común entre todos, a juicio de los 'populares', es "acabar con un régimen cuyo gobierno ha girado durante 20 años alrededor de las ambiciones e intereses de una sola persona".
Un gobierno, el socialista, que al margen de las actuales cuestiones judiciales pendientes sobre "varios posibles casos de corrupción", no ha dudado "lo más mínimo en valerse durante años de las instituciones y administraciones públicas municipales para el aseguramiento de su poder", extendiendo "una red clientelar tan densa y numerosa, que pueden llegar a ser cientos y incluso miles las personas cuyos puestos de trabajo dependen o creen depender de que el PSOE de Alcalá continúe en el poder", ha criticado el PP.
Pero eso "no sólo es con lo que hay que romper y dejar atrás", insisten desde el PP, pues, en su opinión, los principales problemas que hay que solucionar y que los ciudadanos así lo demandan, son también "objeto de convergencia de todas las formaciones locales". "La ordenación de las arcas públicas, la regulación del gasto municipal, las mejoras de los servicios públicos, la rebaja de la presión fiscal y las políticas destinadas a la creación de empleo son las principales líneas de acción y puntos de gobierno en los que todos están de acuerdo".
En este sentido, en el PP sostienen que salvo cuestiones "partidistas y de conveniencia" a niveles ajenos a los problemas locales que puedan entorpecer un gran pacto por Alcalá, los objetivos para regenerar la ciudad son "comunes entre los distintos partidos destinados a entenderse, al menos, durante cuatro años", y que Alcalá puede convertirse en "un gran ejemplo de cómo los partidos dejan a un lado sus intereses particulares por el bien de la mayoría".
Los 'populares' han reiterado su "predisposición para que el gran pacto sea una realidad en los próximos días" y que, si bien ofrecen toda su "experiencia y conocimiento" sobre el funcionamiento de todas las estructuras municipales y administraciones públicas para llevar a cabo un gobierno que dé soluciones a los alcalareños, ejercerán "con responsabilidad su trabajo dentro o fuera del gobierno con el único objetivo de facilitar el Pacto por Alcalá".
Así, la número uno del PP en la localidad, María Carmen Hornillo, ha asegurado que los alcalareños pueden "estar tranquilos porque, en cualquiera de los casos, Alcalá ya ha dejado atrás un periodo de decadencia".
En dicha localidad sevillana, las elecciones locales del 24 de mayo se saldaron con un nuevo triunfo del PSOE, pero sin mayoría absoluta, al quedarse con nueve concejales, frente a cinco del PP, cuatro de la agrupación Alcalá Puede, auspiciada por Podemos; tres de la alianza entre IU-CA y Alternativa Alcalareña; dos del PA y otros dos de Ciudadanos.