La Policía continúa con las investigaciones acerca del tiroteo acaecido en el barrio sevillano de las Tres Mil Viviendas, en el que falleció una pequeña de siete años mientras cenaba con sus padres en su casa. Los progenitores, también heridos en el tiroteo, aseguran que "todo ha sido una fatal equivocación" y que ni ellos ni ningún miembro de su familia tienen nada que ver con los problemas entre los dos clanes implicados en el suceso.
Ante algunas informaciones publicadas en diferentes periódicos y medios de comunicación en las que se implicaba a la familia de la víctima en negocios de narcotráfico, esta, a través de un portavoz, asegura que no pertenecen ni a la Los Perlas ni a Los Marianos, las dos familias implicadas en la reyerta, y que ellos confían plenamente en que la justicia "ponga a los culpables donde se merecen".
También aseguran que por su parte "no se tomarán medidas de represalia", dejando en manos de la Policía, los abogados y los jueces todas las acciones que se vayan a llevar a cabo en un futuro.
Sin duda se trata de un desagradable error en el que se han visto implicados sin tener absolutamente nada que ver y que bastante pena y dolor tiene su familia ya con la irreparable pérdida de la pequeña, apunta este portavoz.