La mujer que ha sido apuñalada este domingo por su marido en una vivienda del barrio de Pino Montano en Sevilla evoluciona "favorablemente" en el Hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense, mientras su agresor continúa bajo custodia policial en el Hospital Virgen Macarena tras ser operado de urgencia por las heridas que él mismo se habría causado en el abdomen.
Así, fuentes hospitalarias han indicado a Europa Press que la mujer agredida se encuentra estable y consciente, al tiempo que no presenta lesiones en órganos vitales que hagan temer por su vida, por lo que permanece en Observación pero podría pasar a planta en las próximas horas o este mismo lunes.
Por su parte, su marido, identificado como E.R.S., continúa ingresado en el Hospital Macarena bajo custodia policial tras ser operado de urgencia por unas autolesiones en el abdomen.
La Policía Nacional se encuentra a la espera de ver la evolución de ambos pacientes para proceder a tomarles declaración, algo que ya han hecho dos hijos del matrimonio a lo largo de la tarde, según han indicado fuentes de la investigación.
La agresión se ha producido sobre las 9,40 horas de este domingo en una vivienda ubicada en el número seis de la calle Pintores del barrio sevillano de Pino Montano. Un vecino realizó una llamada al 112 alertando de que estaba escuchando gritos de auxilio de una mujer, por lo que solicitaba presencia policial.
Al lugar se desplazaron agentes de Policía Nacional, Local y servicios sanitarios, que gracias a su "rápida intervención" pudieron detener al varón cuando se encontraba empuñando un arma blanca, con la que ya había herido gravemente a su mujer, según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía.
La víctima, de unos 64 años, presentaba múltiples lesiones en el pecho, el cuello y en la espalda, así como en las manos al haber intentado defenderse. Por su parte, el agresor se habría autolesionado en el abdomen, por cuyas heridas ha tenido que ser operado de urgencia.
Fuentes policiales confirman que se trata de un caso de violencia de género, indicando que no existía ninguna denuncia por malos tratos en esta pareja ni constaban antecedentes en este sentido. Una hija de ambos, mayor de edad, ha sido testigo de la agresión.