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Sevilla

Manu Sánchez no podrá ofrecer el Pregón de la Cabalgata de Reyes de 2025

El humorista ha comunicado por carta al Ateneo de Sevilla que tiene que ser intervenido quirúrgicamente este viernes

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  • Manu Sánchez. -

El humorista Manu Sánchez no podrá ser el pregonero de la Cabalgata de Reyes de Sevilla 2025. Previsto para el 11 de diciembre, el sevillano ha anunciado que tiene que ser intervenido quirúrgicamente este mismo viernes, 22 de noviembre. 

Desde el Ateneo de Sevilla han querido hacer pública una carta personal remitido por Manu Sánchez:  

"Queridos Reyes Magos. Hoy soy ese niño feliz, optimista y alegre, al que tanto protegéis y cuidáis, que en esta ocasión porta una deseada gran buena nueva que paradójicamente trae una triste noticia de la mano. Como sabéis estoy en mitad de un complejo y duro proceso oncológico donde tras la efectiva quimioterapia, las cirugías están siendo el gran camino hacia la sanación, que cada vez está más cerca. En estos momentos, me dirijo a ustedes con lágrimas de esperanza en los ojos y algo de rabia en las tripas porque acabo de ser informado de que la siguiente visita al quirófano será este viernes 22 de noviembre.

Sé que este es el camino, sé que conocíamos esta circunstancia, la esperábamos y hasta la deseábamos. Sé que todo saldrá genial porque no dudaréis en arrojar vuestra luz sobre mí porque os prometo que he sido un niño muy bueno, y ante eso sé que no os perdonáis fallar. También soy consciente de que, aunque mi deseo y devoción me indiquen lo contrario, lo justo es reconocer que lo sensato es asumir que no podré estar recuperado a tiempo en plenitud para el próximo día 11 de diciembre, día marcado en nuestros almanaques para ofreceros mi humilde Pregón.  
 

Hoy me sé un ser afortunado con una inoportuna pero sanadora dosis de bendita mala suerte. Hoy me dirijo a ustedes, sabios de Oriente, para daros las gracias como siempre y para pediros un poquito de perdón como nunca. El pasado 6 de julio fue uno de los días más hermosos de mi aun corta pero aprovechadísima vida, (a la que todavía le quedan muchas cartas que escribir, muchos caramelos que cosechar y muchas cabalgatas que disfrutar).

Aquel día, a falta de seis meses del día grande como manda la tradición, pude anunciar a los cuatro vientos que, tras una vida dedicada a la ilusión, los sueños, las letras y las risas, la docta casa del Ateneo de Sevilla me envestía vuestro Pregonero. Desde aquel instante las ganas, la esperanza y la dedicación han sido una dinámica en mi día a día. Mi mente volaba sabiéndose y soñándose ya en ese 11 de diciembre que serviría de altavoz y lienzo para la mágica noche del 5 de enero.

Ya en época estival recibí cariño y felicitaciones, el férreo compromiso se hacía hermosa responsabilidad, ganas e impaciencia por una cita única. Las semanas pasaron compaginando los días de verano con escritura, castillos de arena, niños felices, largos atardeceres, salitre, villancicos, nuevas ideas y pasos adelante hacia un Pregón aspirando estar a la altura de la enorme institución que lo ampara y la infinita ciudad que lo acoge. Todo ilusión e impaciencia mirando de reojo siempre la llegada de una intervención quirúrgica que anunciaron sucedería en ese verano de enhorabuenas y oníricos borradores, aunque aquella fecha no llegó, las semanas pasaron y el anuncio ahora de este gran paso médico llega cuando tiene que llegar, pero complicándome indudablemente la posibilidad de poder cumplir con la palabra dada. Hoy siento que os fallo, hoy no puedo evitar entender esto como un pequeño fracaso ante Melchor, Gaspar y Baltasar, que espero entiendan, justifiquen y perdonen, pero a la vez soy consciente de que seguir ganando terreno, tiempo, futuro y vida contra el cáncer es el mejor presente que jamás me han traído los Reyes.  
 

Quiero agradecer la comprensión, la empatía y la generosa sensibilidad del Excelentísimo Ateneo de Sevilla, y en especial a su Presidente Don Emilio Boja, su Director de la Cabalgata Don Manuel P. Sainz y toda su directiva, que en el mismo instante de ser informados de esta circunstancia tan excepcional me han trasladado a mi y a mi familia (de la que ya forman parte) todo el apoyo, el amor y el acompañamiento posibles. Las muestras de cariño, …

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