El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha mantenido un encuentro institucional con el nuevo responsable de la Fundación Banco de Alimentos de Sevilla, Francisco Arteaga. A esta cita también han acudido Miguel Rus, patrono de la Fundación y presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla, y la diputada de Cohesión Social e Igualdad, Rocío Sutil. En la reunión se han abordado "líneas de actuación conjunta".
Arteaga ha informado al presidente de la actividad que viene realizando la Fundación en la provincia de Sevilla, subrayando la labor que se lleva a cabo en los municipios. "Muchas veces se asocian las actividades de este tipo de instituciones a la capital, pero realmente la provincia supone el 60% de la población y, por tanto, es una parte fundamental del esfuerzo que realiza el Banco de Alimentos de Sevilla", ha expresado Francisco Arteaga.
Asimismo, el nuevo presidente de la Fundación ha manifestado que otro de los objetivos de esta visita institucional es la de buscar "líneas de actuación conjuntas" donde la colaboración de la Diputación y el Banco de Alimentos "ayude y se cumpla la principal misión de que ninguna persona de la provincia de Sevilla pase necesidad de alimento sin cubrir".
"Aunque hay muchas medidas de las instituciones y de las administraciones públicas que ponemos en marcha para que eso no ocurra, siempre hay que tener una red de seguridad del último recurso, que es cuando han fallado todas las demás medidas y en el día a día las personas tengan donde acudir. Eso requiere de la solidaridad de todos, que afortunadamente es muy grande en la provincia de Sevilla, pero también requiere de la colaboración de todas las entidades y, por supuesto, de las administraciones, de ahí que tenemos vínculos con todas ellas y queremos reforzarlo con la Diputación".
Rodríguez Villalobos ha expresado que la Diputación viene manteniendo desde hace años "una estrecha colaboración con el Banco de Alimentos de Sevilla y, sobre todo, en el 2020 que surgieron nuevas y extraordinarias necesidades económicas y sociales y fue necesario implementar nuevas medidas para dar respuesta en ese momento de la manera más urgente a esas necesidades. La pandemia desembocó en una profunda crisis social, que afectó a las personas con más indefensión. Las administraciones, por tanto, tenemos que arrimar el hombro y ayudar en la medida de nuestras posibilidades a paliar estas situaciones de vulnerabilidad".
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