Cerca de quince minutos se hizo esperar Juanito Makandé ante los casi diez mil espectadores que esperaban impacientes con una mezcla de felicidad y tristeza para escuchar el que fue el último concierto del artista, que escogió la Plaza de España para celebrar su fiesta de despedida de los escenarios.
Un primer grito de los fans, como si de la primera nota de la canción se tratase, dio paso al primer tema del concierto, 'Pistolas y cuchillos', tras el que confesó que: "Es un orgasmo estar en Sevilla hoy".
Solo una canción tardó en comenzar el desfile de "colegas" con los que Juanito Makandé se ha ido juntando a lo largo de su carrera tanto en el terreno personal como en el profesional. El primero en desfilar fue Chiqui Lora con la canción 'Calores', muy apropiada para el clima de la ciudad en la que ha decidido retirarse.
Acompañado de todos sus músicos, interpretó 'Domingo eterno' y 'Me quiero colocar contigo', esta vez seguido del ritmo de las palmas del público, que además de hacer de percusión, hizo de coro sin perderse ni una palabra de la canción.
Llegó el turno del Canijo de Jerez, su "mejor amigo", como lo denominó el cantante, "un tipo con el que me he ido para mi casa con los mofletes doloridos de tanto reírme" y con el que interpretó 'Churrete y ringo'.
El público, que reaccionó como si también fuese su mejor amigo, y la complicidad de los dos en el escenario hicieron que el Canijo de Jerez se quedase durante dos canciones más, 'Oye mujer' y 'Pedaleando'. "Voy a pedir al alcalde que cambie el nombre de la plaza a Plaza de Juanito Makandé", repitió varias veces el Canijo de Jerez.
Sin invitado en el escenario pero con su cajón y con todas las linternas encendidas del público "como si de un concierto de Pablo Alborán se tratase", cantó 'Kamikaze' y 'Cuando te empecé a querer'.
Otros de los artistas invitados fueron La Mari de Chambao con la que entonó 'La llave', Lya con 'El tango de las ratas' y Tu otra bonita con 'Alitas de mar', una de las canciones en las que más se notaron las voces de los fans y que hubo que alargar e incluso repetir el estribillo.
Después sonaron 'Hierro', 'En el alma un remolino', 'Ya no soy un crío' y '39 años' en la que el cantante recordó que "nos hacemos viejos pero el espíritu permanece", delante de un público cuya media de edad era la mitad de la actual del cantante, 40 años.
Durante todas esas canciones Juanito Makandé demostró ante el público sus dotes con el cajón, dotes que sus seguidores le reconocieron inundándolo de aplausos y a los que el cantante respondió dedicándoles su canción 'Sevilla', "llevo a mi pueblo (La Línea de la Concepción) y a Sevilla en mis entrañas hasta el día en que me muera".
Al escenario, en otro alarde de amistad y cariño hacia Makandé, subieron sus amigos Rycardo Moreno, Poti Trujillo y Joaquín Moreno a cantar 'Huele a café', Diego Guerrero y Nasrine con 'El hambre de mañana'; y Amparo Sánchez y Muerdo con 'Oh mamá'.
El último invitado, al final todo queda en familia, fue Mario Palma, su sobrino, con el que interpretó '7 espejos'. Tras este último invitado se quedó solo ante el peligro de un público que veía como acababa el último concierto de su artista favorito y que pudo escuchar en directo una vez más 'Tocar las nubes' y 'Niña voladora', que nació en una azotea cerca de la calle Feria y que se ha convertido en su canción más conocida.
"¿Qué por qué carajo me retiro? Porque he desconectado, la vida es así y yo no quiero seguir cantando por dinero", dijo emocionado el cantante ante la mirada atenta de los espectadores que echarán de menos su voz en directo, aunque aseguró que no dejará de hacer música desde su estudio en la Sierra de Tramontana de Mallorca.
Han transcurrido 21 años desde que empezó a cantar en bares sureños hasta retirarse en la Plaza de España, una retirada que sus fans esperan que sea un punto seguido y no un punto y final.