Las empresas públicas que gestionan el abastecimiento de agua en la provincia de Sevilla recuerdan estos días a los ayuntamientos a los que prestan servicio la necesidad de reducir los consumos ya que los embalses de los que se abastecen se encuentran en torno al 50% de su capacidad, lo que ha obligado a decretar el estado de prealerta. La situación, aun no siendo "crítica", requiere de medidas preventivas de cara a septiembre. En caso de que las precipitaciones no hagan acto de presencia a partir de entonces, la cuenca del Guadalquivir podría pasar al nivel de alerta, según la información recabada por Europa Press.
En el caso de Emasesa, la empresa metropolitana ha puesto en marcha la campaña 'Agua es vida' y 'Objetivo 90', con la que persigue reducir "progresivamente" el consumo de agua de los 116 litros actuales por persona y día a 90. Un "esfuerzo colectivo" que va más allá de los usuarios, al contar con la colaboración de "actores sociales", como es el caso de las entidades públicas, empresas, grandes consumidores, asociaciones de vecinos, comercios, hostelería, hoteles, entidades públicas y privadas o comunidad educativa, entre otros.
Los embalses que abastecen a Sevilla y su área metropolitana se encuentran al 50% de su capacidad. En este contecto, y según el Plan de Emergencia ante situaciones de sequía de Emasesa (PEM), es necesario, recuerda Emasesa, rebajar el consumo un 2% en el volumen de la cuenca, porcentaje que aumentará si la tendencia a la baja continúa y se entra en alerta tras el verano.
Por eso, entre las medidas para reducir los consumos, Aljarafesa --que atiende a una población de 315.000 habitantes de 30 municipios de la comarca del Aljarafe con un consumo medio diario de 116 litros por habitante y día en el primer semestre del año-- ha remitido a los consistorios una circular consultada por Europa Press en la que recuerda que "está previsto, a modo ejemplarizante, que por parte de los ayuntamientos se impulse la reducción de consumos para, de forma voluntaria, ahorrar hoy el agua que nos pueda hacer falta en el futuro, limitando usos no imprescindibles".
En este sentido, apunta como usos no imprescindibles "el baldeo de calles y plazas, el riego con agua potable de parques y jardines y el uso de agua potable en fuentes ornamentales e instalaciones análogas que no cuenten con un sistema de recuperación o circuito cerrado". En el caso de Aguas del Huesna (con 103.000 abonados de 18 municipios de la provincia con un consumo medio diario por habitante de 100 litros), se cuenta con un plan de gestión de riesgos por sequía en el que se analiza el estado de las infraestructuras, las reservas actuales y previsibles y las demandas, entre otros parámetros.
En 2021, según los datos facilitados por la empresa, cayó el volumen de agua facturada un 0,6% mientras que crecieron los abonados cerca de un 1%. Se mantuvo la campaña de inspecciones para localizar acometidas clandestinas y derivaciones no declaradas (301), manipulaciones de contadores (69) y de otros elementos (31). Se detectaron 256 fugas, 21 más que en 2022 cuya "detección precoz y rápida resolución evitó que se perdieran importantes volúmenes" de agua, apostillan desde la compañía.
Por último, en su campaña de concienciación, el Consorcio Plan Écija (15 municipios de la campiña sevillana, 204.068 atendidos) recuerda a los abonados la "imperiosa necesidad de reducir en lo posible el consumo de agua". Los datos del Consorcio arrojan un valor inferior a 250 litros por habitante y día para todos los usos. Solo en el doméstico, el valor está en torno a 150 litros por habitante y día. "El objetivo es disminuir esta cifra hasta llegar a valores inferiores a 140 litros por habitante y día", apostillan desde el Consorcio.