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Curro Díaz, David Galván y Ginés Marín hacen honor al maestro Rafael Ortega

Tras el paseíllo se guardo un respetuoso minuto de silencio por todas  las víctimas de la Covid-19 y posteriormente sonó el himno nacional.

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  • Los tres toreros a hombros. -

Tarde repleta de detalles para el recuerdo lo vivido en la Plaza de toros de la Isla, la que celebró su ciento cincuenta aniversario con toreros, afición y empresa que engrandecieron la tarde en el homenaje al maestro de maestros Rafael Ortega. Pinceladas toreras para la historia que vamos a detallar, y que como toda gran tarde contó con un borrón que dejaremos para el final. 

Tras el paseíllo se guardo un respetuoso minuto de silencio por todas  las víctimas de la Covid-19 y posteriormente sonó el himno nacional. La empresa Curro Escarcena y José Luis Peralta, a través del maestro Francisco Ruiz Miguel, entregaron a la viuda de Rafael Ortega, Dª. Pepita Camacho que se encontraba acompañada de varios de sus hijos y nietos, un ramo de flores y una placa conmemorativa del festejo y del centenario de su nacimiento.

Significativa la ganadería de Osborne, escogida para las efemérides por la vinculación del maestro Ortega con esta casa de la que era torero de referencia. Uno más de los detalles a agradecer a la empresa, Curro Escarcena, sus hijos Mercedes y Curro, y José Luis Peralta quienes celosamente mimaron todos los detalles del festejo con un trato exquisito y cartel muy artista. Importante destacar el elegante comportamiento de los aficionados presentes ante los insultos de una treintena de manifestantes antitaurinos a los que simplemente ignoraron con total indiferencia.

Los toreros rayaron a gran nivel e hicieron honor al gran espada que fue el maestro Ortega con seis grandes estocadas, con su total entrega muy por encima del ganado, brindado faenas al cielo en su memoria y Galván también a la familia Ortega Camacho.

David Galván estrenó un precioso terno ceniza y azabache en terciopelo, así como capote de paseo blanco y flores en nazareno que el día anterior había sido bendecido en la Iglesia de San Francisco ante el Cristo de la Expiración. Detalle torero. Y cerramos con dos significativos comentarios políticos, en lo positivo la masiva presencia de simpatizantes de Vox encabezados por la diputada autonómica Ángela Mulas, y en lo negativo la total ausencia de representación institucional, ninguneando a una figura indiscutible de este arte, valorado por todo el mundo taurino a niveles internaciones que merecía al menos la presencia del concejal de asuntos taurinos, designado por la alcaldesa para defender los intereses de sus paisano aficionados, Jaime Armario quien ni tan siquiera se digno a disculpar su ausencia. Lo dice todo. 

En lo taurino decir que Curro Díaz se topó con un burraco primero que descabalgó al picador y apretó en el caballo. Tras dudas en el capote, mostró clase en la muleta artista del linarense que cuajo desmallados naturales y derechazos de gran calado en el tendido. Como siempre el gusto y la torería fueron solventes para rematar con gran espada.

El castaño chorreado cuarto se le fue al cuerpo ignorando capote sin consecuencias, lo que insinuó un problema ocular que afortunadamente no tuvo. A media altura cuajó otra faena medida y cuidada fundamentada en la izquierda con detalles por el derecho que de nuevo deja su sello tan particular y muestra seguridad con la espada.

Ginés Marín es otro torero que debe subir puesto en el escalafón. Castaño ojo de perdiz  el tercero fue quitado por chicuelinas bien rematadas con una media tras un buen puyazo de su padre, el picador de turno. La faena sin altos vuelos mostró su profesionalidad, toreo de cercanía tirando con una muleta de mucho temple sobre todo por la izquierda. Cerró con bernadinas y también en ambos toros rindió su propio homenaje al “As de espadas”.

Con el sexto, negro que enseñaba los pitones por delante y nada fácil, cuajo el jerezano-oliventino la faena de la tarde.  De dentro afuera lo llevó en dormecidas verónicas y una gran media. El toro se vino un poco abajo con la muleta, aún así tras doblones de inicio grandes series por el derecho y más complicadas por el izquierdo que las protesta, pero igual de interesantes. Disfrutamos los aficionados con el gran toreo de Marín, además de su valor que mostró en un desplante arrojando muleta y espada.     

Y cerramos con el torero de la Isla, David Galván, el que se dio de principio a fin con el peor lote de la tarde. Nada se dejó para otro día, lo dio todo, y casi va al hule por su entrega desmedida. A ambos toros los quiso torear de capa con escasa colaboración. Comienzo a pies juntos a un toro que apenas colaboró, exponiendo y aguantando peligrosas coladas ante las que el torero no se aflige. Lo cambió de terrenos varias veces sin colaboración, la emoción fue la base de una faena en corto que tuvo una rúbrica fulminante.

Casi da la vida por su dignidad y entrega ante sus paisanos. Reservado y listo, haciéndose el despistado hasta que confiado el torero le hacía presa, así fue el cuarto de la tarde, un marrajo. Charo Castilla le acompañó con “Alfileres de colores” en una faena de un valor extremo.

Sus dos años de paro en nada se notó. Toro rajado con el que el torero de la Isla hizo un esfuerzo extraordinario, siguiéndolo, sin dejarle pensar, pero aún así le arrolló de fea manera en dos descuidos. No se amilanó en ningún momento e intentó sin efecto sacarle lo poco que tenía y así lo reconoció el público premiándole con una merecida oreja tras una estocada al relentí que también nos asustó. Bravo torero.    

 

Ficha del festejo:

Toros: Herederos de José Luís Osborne, muy bien presentados con clase y nobleza pero faltos de raza y casta sobre todo en el último tercio, destacando sexto por bueno y quinto por malo.

Curro Díaz (azul marino y oro) oreja y oreja.

David Galván (terciopelo ceniza y azabache) oreja y oreja.

Ginés Marín (verde mar y oro con remates blanco) oreja y dos orejas. 

Incidencias: Tarde muy agradable. Medio aforo del permitido. Presidió Jacinto Cano quien estuvo justo en los trofeos. Amenizó la banda de música del Nazareno. Se desmonteraron Víctor Nieto de la cuadrilla de Galván y Rafael Viotti de Marín. El festejo fue retransmitido por las cámaras de Canal Sur.

Parte médico: David Galván fue cogido por dos veces en el quinto de la tarde pasando por enfermería con un fuerte varetazo en la cara posterior del muslo izquierdo y contusión en cuello y espalda. Pendiente de valoración por el servicio médico de la mutua.

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