No han sido sólo petardos grandes o pequeños los que han servido para anunciar a todo estruendo la llegada de 2020. Han sido fuegos artificiales en distintos puntos de la ciudad con los que disfrutaron unos pocos y padecieron la mayoría, en especial personas mayores, niños y mascotas.
Visto el
vídeo de Miguel de Hombre Collantes, comentado además, durante diez largos minutos se oyeron las celebraciones y se iluminó el cielo en prácticamente toda la ciudad, lo que hace imposible que la Policía Local pueda hacer algo. Quizá porque el enfoque tiene que partir del origen, no del tiempo que tarda un petardo en explotar.
El bando de la alcaldesa, Patricia Cavada, no ha servido de mucho porque la concienciación tiene siempre a los mismos receptores, que no son los que tiraron petardos de tales dimensiones. La Policía Local, que en cuestión de incidentes pasó una buena noche, recibió la mayoría de las denuncias por las explosiones de petardos.