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La plantilla de Urbaser elige entre la fe o una plica que no huela mal

El comité explica este lunes a la asamblea de trabajadores lo hablado con la empresa propuesta el martes y la votación final indicará el camino a seguir.

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  • Concentración de los trabajadores. -

Los trabajadores de la Limpieza de San Fernando tienen este lunes que responden a un auténtico dilema una vez que el comité de empresa los ponga en antecedentes de lo hablado en la reunión que mantuvo el martes pasado con representantes de la empresa Cespa, que es la señalada por la mesa de contratación para encargarse del servicio.    

Tienen que decidir entre creer que la nueva empresa no sólo va a respetar el convenio colectivo que tienen aunque nadie la obliga a ello y puede suponerle pérdidas cuantiosas, o bien que en la plica de la basura sigue habiendo gato encerrado cuando se aprobó por una Ley de emergencia en vez de por la nueva Ley de Contratos del Estado que entró en vigor diez días más tarde de aprobarse la controvertida plica actual.    

Las conversaciones mantenidas entre sindicatos y Cespa hablan de una disposición de la empresa a aceptar sentarse con los sindicatos, pero después del primer mes que puedan ver a qué se enfrenta en este contrato.    

Eso entraña el riesgo que como ya ha dejado claro el comité de empresa, la machacona realidad de que los números no cuadran impida cualquier mejora para la plantilla y mucho menos unificar los dos convenios tan dispares que existen entre trabajadores de Residuos Sólidos Urbanos y los de Reciclaje.    

CCOO incluso llegó a afirmar y a defender después que podría darse un ERE encubierto toda vez que no hay dinero para todo lo que contempla la plica, mientras que puede estallar el otro conflicto creado por la unificación de cometidos pero no de salarios entre trabajadores de RSU y de Reciclaje. Si ganan los trabajadores en los Juzgados, más difícil que los demás mejoren sus condiciones laborales.    

Otro riesgo es el apuntado por el Partido Popular que señala la posibilidad de que la empresa puede dividir el servicio en una decena de subcontratas, lo que no hace sino profundizar en el mismo problema de unas cuentas que cada vez van creando un desfase mayor.

La segunda opción

La otra opción que tienen, vistos los innumerables puntos negros que tiene una plica en la que se acusa a sus redactores de haber priorizado los elementos subjetivos sobre los objetivos, es esperar a que pasen las elecciones municipales del 26 de mayo y confiar en que cambien los actores que mueven la trama. Eso es, además, lo que viene repitiendo el comité. O el revés, que no quieren la plica actual porque los ata de pies y manos en cuestiones como la negociación salarial.    

A partir de ese momento -e incluso estando los mismos pero con otro equilibrio de fuerzas- se puede exigir la redacción de una nueva plica sobre la nueva Ley de Contratos del Estado, mucho más garantista que la Ley de Desindexación aprobada en plena crisis para proteger a las administraciones y que ya no tiene sentido aplicar. De hecho, ya no está en vigor.    

En ese dato, junto con los números que no cuadran, está la madre del cordero y lo que el comité de empresa viene diciendo desde el principio. O mejor dicho, desde que conoció la plica que no se encontraba por ningún sitio hasta que tuvo que ir al Pleno para aprobarse y comenzaron a hacer cuentas.    

Porque si alguien sabe cuánto cobran los trabajadores de la Limpieza -mucho menos de lo que los malpensados piensan- y lo que vale la flota de camiones y demás maquinaria, son los trabajadores.    

El tiempo que se perdería con una nueva plica como manda la Ley de Contratos del Estado no sería mucho más que el que se pierde en el relevo de una empresa y otra y siempre que esa plica la redacten los especialistas en la materia en vez de asesores políticos cuyos consejos no han servido mucho para que la ciudad esté limpia.    

Lo único que se les puede pedir a los trabajadores desde la nueva empresa, por muy buena vountad que tenga, es un acto de fe pero sin más garantías que después del primer mes trabajando y viendo los números tome una determinación.     Lo que decida Cespa tras ese periodo de ‘reflexión’ desde luego va a ser lo mejor. Pero lo mejor para la empresa que no se ha presentado a un concurso público de 8,5 millones de euros para perder dinero.    

El secretario del comité de empresa, José Antonio de la Cruz, recordó a este periódico que la huelga para Semana Santa sigue convocada. Pero ahora tendrán que ser los trabajadores los que decidan en asamblea si se encomiendan a una promesa o a su propia fuerza sindical.

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